Los números no mienten, pese a los buenos deseos el Estado continúa sin igualar la afluencia turística que se ha registrado en años anteriores, como lo indica el portal del periódico Expreso, durante el 2012 hubo 686 mil 792 paseantes en la temporada de Semana Santa.
En esas mismas fechas en el 2013, la afluencia alcanzó los 626 mil 419 visitantes, mientras que este año, de acuerdo a la dirección de Turismo de Ciudad Madero fueron 517 mil vacacionistas.
Los datos duros proporcionados por una oficina municipal nos muestran que aún con todo el despliegue de seguridad, los acuerdos entre autoridades de Nuevo León y Tamaulipas, aún existe desconfianza de los viajeros por llegar a las costas tamaulipecas.
La situación del ramo turístico aún no logra revertir los efectos de un ambiente de inseguridad como el que hace unos días registró el sur del estado.
Y aún cuando se observan esas multitudes en las playas, no se puede afirmar que la gente esté totalmente convencida de que Tamaulipas presenta las condiciones de seguridad para visitarlo a cualquier hora del día o de la noche.
Recuperar el terreno perdido requerirá mucho más que los buenos deseos de quienes tienen esta responsabilidad, en todos los aspectos de su economía.
Se necesita no sólo anunciar que se brindan las condiciones de seguridad que la gente requiere.
Ha pasado otro año y sigue sin estar claro el panorama del Estado.
Si se desea realmente cumplir con la encomienda, tendrían que ponerse a trabajar desde ya para que la próxima Semana Santa no tenga sobresaltos que inhiba la llegada de visitantes.
Digo, si es que realmente se quiere cumplir con el compromiso contraído ante la ciudadanía.
SE FUE GABO
Justo en Jueves Santo, García Márquez deja esta tierra, como diría un portal electrónico, el mismo día en que Úrsula Iguarán, uno de los personajes de sus novelas, fallece; coincidencias y sorpresas que da la vida.
García Márquez es para México y el mundo un símbolo que sobrevivirá igual que su obra literaria.
La existencia de este hombre está muy documentada, su biógrafo inglés escribió que alguna vez el escritor más representativo del realismo mágico dijo, “ahora que soy famoso muchos dicen que me ayudaron, pero si yo llegué a comer desperdicios que saqué de la basura”.
Hoy Colombia y México sabrán si un poco de sus cenizas se comparte entre los dos países.
LA FRASE
“Lucíaaaaaa!!!!!!!!! No alcanzamos a conocer a Gabo. Estoy en shock!!!!
Tengo un nudo en la garganta y un apretón en el pecho. Esto me ha golpeado muy duro. Y saber que estuve 8 meses compartiendo el mismo aire que él y no hice nada por conocerlo…
Qué pérdida, qué tragedia para mí país”.
Eso lo escribió Ángela, una compañera de la UNAM, colombiana orgullosa de su origen, y una de las personas que se resiste a que su nación sólo sea tipificada como un lugar de problemas relacionados con el tráfico de drogas.
Igual que lo que sucede en Tamaulipas, Estado que es conocido mundialmente por la violencia e inseguridad, pero no por las cosas buenas que su gente hace.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx
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