Cd. de México.-
El Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado advirtió que persisten los obstáculos políticos y estratégicos que impiden garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, a pesar de la Reforma político-electoral del 2014 que incorporó el principio de paridad en el registro de candidaturas para legislaturas federales y locales.
El IBD señala que la modificación constitucional también contempló la alternancia de género en las listas de representación proporcional, el criterio de competitividad (baja, media y alta votación), la integración de fórmulas del mismo sexo (propietario y suplente) y sanciones.
En su investigación “Paridad vertical y horizontal en el Congreso de la Unión”, el IBD alertó que no existen lineamientos, a escala federal, para hacer efectivo el principio constitucional de paridad en sus dos dimensiones (horizontal y vertical). Así como en la postulación de candidaturas de mayoría relativa y representación proporcional, senadurías y diputaciones.
Explicó que el problema deriva en que el criterio de paridad horizontal se estableció originalmente como una interpretación jurisdiccional y administrativa en el nivel local, donde no basta con que la mitad de las listas (planillas) estén integradas por mujeres (paridad vertical). La misma lógica debe aplicarse territorialmente, es decir, en la mitad de las candidaturas a los ayuntamientos en una entidad federativa (paridad horizontal y/o transversal).
Al respecto, el IBD señala algunos obstáculos propiciados por prácticas de los partidos políticos: En las entidades federativas en que los partidos tienen mayores posibilidades de obtener el triunfo, generalmente registran a varones en las dos fórmulas de la lista de candidaturas a senadurías de mayoría relativa. Mientras que las mujeres son registradas en entidades donde la fuerza política que las postuló obtiene votación baja. Si se registran listas con fórmulas mixtas para las senadurías de mayoría relativa (una fórmula integrada por hombres y otra por mujeres), generalmente se registra a los varones en la primera fórmula, lo cual propicia que estos accedan a un mayor número de senadurías de primera minoría cuando el partido obtiene el segundo lugar de votación.