México, D.F.-
Cada año, México pierde a causa de los incendios 300 mil hectáreas forestales, compuestas por bosques, selvas, pastizales y matorrales, sin que se haya encontrado un mecanismo eficaz para prevenirlos o, al menos, llegar con oportunidad para extinguirlos.
El director del Centro Internacional de Capacitación en Sistemas para Aprovechamiento de Agua de Lluvia del Colegio de Posgraduados (Colpos), Manuel Anaya Garduño, explicó que la propuesta de ese organismo es construir depósitos para la captación de agua de lluvia en las zonas con mayor incidencia de incendios.
Esa acción permitiría disponibilidad del recurso para acudir con oportunidad a sofocar las conflagraciones, antes de que se conviertan en incontrolables y con ello evitar la pérdida de las zonas forestales del país.
La propuesta incluye construir una red de depósitos para la captación del agua de lluvia en sitios estratégicos, lo que facilitaroa el trabajo de las aeronaves y tanques terrestres para apagar los incendios con la oportunidad que estos fenómenos precisan.
Anaya Garduño insistió que el combate y control de incendios en el país es posible si se cuenta con tecnologías que impidan la propagación de los siniestros.
Exhortó a la población que acude a zonas forestales en busca de recreación, sobre todo en este periodo vacacional, a evitar fogatas o dejarlas activas; evitar el desecho de colillas de cigarro en las carreteras nacionales, en especial en zonas vulnerables que, por la temporada de estiaje, están secas en extremo y son presa fácil del fuego.
Expertos en diversas ramas de investigación forestal, dijo, coinciden en que no solamente el fuego destruye los bosques y selvas así como vegetación arbustiva, pues existen factores importantes como el deterioro de entornos ecológicos y el aumento del bióxido de carbono en la atmósfera.
Anaya Garduño mencionó además la pérdida de la cubierta vegetal y destrucción de los suelos, donde, sin que se perciba, hay gran actividad biológica que requiere de mucho tiempo para recuperarse.
De acuerdo con el especialista, 97 por ciento de los siniestros forestales responden al factor humano, que debe interpretarse como intencional o por descuido.
Discussion about this post