El secreto tras los millones de Zara

México, D.F.-
Inevitable. Ahí está, vayas a donde vayas, ya sea una megalópolis o una ciudad pequeña. No importa el tamaño o la densidad poblacional, si estás en Oriente u Occidente, una boutique Zara saldrá a tu encuentro en alguna avenida importante o en cualquier centro comercial. Pero las claves del mayor milagro empresarial de las últimas décadas sólo se pueden comprender conociendo a su creador, Amancio Ortega, un empresario fuera de serie.

En el libro “Zara. Visión y estrategia de Amancio Ortega”, David Martínez, autor de la obra, señala que el espectacular crecimiento de Zara se basa en un modelo de negocios que se ha demostrado imbatible y que constituye un caso único, estudiado y admirado en todo el mundo. Su vertiginosa expansión y su éxito están inseparablemente ligados a la figura de su fundador y, también, a su visión única del cliente y el negocio.

En este volumen -editado por el sello Conecta- se analiza cuáles son los principios fundamentales y las estratagemas básicas que a lo largo de las diferentes etapas de consolidación y crecimiento de la compañía han inspirado a Ortega a tomar las decisiones fundamentales.

Desde la gestión de las tiendas hasta el sistema de diseño de Inditex, el libro recorre todos los aspectos de una brillante trayectoria, que se encuentra estrechamente vinculada a la biografía y personalidad de su fundador, y también, a su manera de entender a los clientes y de gestionar su empresa. Una lectura obligada para los estudiosos de la moda.

GRUPO INDITEX EN NÚMEROS

5,527 TIENDAS posee el grupo alrededor del mundo
110,000 EMPLEADOS laboran directamente para Grupo Inditex
82 MERCADOS internacionales cuentan con las marcas del conglomerado
432 MILLONES de euros fue el margen de beneficio neto con el que Inditex cerró el primer trimestre fiscal de 2012
8 FIRMAS integran la cartera del grupo: Zara, Pull& Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe

AMANCIO RECUERDA…

“Un día iba en el coche y en un semáforo se paró a mi lado un chico que conducía una moto Vespino y que llevaba puesta una cazadora vaquera llena de chapas. Me gustó, vi que allí había algo nuevo, genuino, “trendy”. Desde el coche mismo llamé al jefe de diseño y le expliqué lo que estaba viendo. En dos semanas las cazadoras estaban en las tiendas y se vendieron como churros. Cosas así me han pasado varias veces”.