Reynosa, Tam.-
Por imprudencia el conductor de una cuatrimoto resultó accidentado al ser jalado con una cuerda atada a una camioneta, cuando pasaba por la avenida Ribereña, por la colonia Rancho Grande.
Con un ojo hinchado y raspones en los brazos y piernas, Bernardo Hernández de 29 años era quien terminó en el pavimento al ocurrir el accidente.
“No pasó nada, todo está bien”, dijo tras cubrir con un paliacate su cabeza, pero con diversas manchas de sangre en su ropa.
Antonio, su tío, manejaba la camioneta que jalaba la cuatrimoto, sin especificar la velocidad en que venía conduciendo.
“Lo que sucede es que él (Bernardo) se descontroló y terminó en el piso”, explicó.
Juan Alfredo Garza, oficial de Tránsito del Municipio, dijo que el ojo cerrado y los raspones ameritaban a que llegara una ambulancia para deslindar responsabilidades.
“Serán los peritos los que decidan que se hará, si se detendrá al conductor, con su vehículo, la cuatrimoto. Es claro que hubo imprudencia en el accidente”, explicó mientras tomaba los datos de los responsables.
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