La queja recurrente que se escucha y se lee en Reynosa son los baches y las fugas de aguas negras, problemas urbanos que padecemos desde la última decena del siglo XX y en lo que va del XXI se agudizaron por causa de que la tubería del drenaje sanitario rebasó su tiempo útil.
Amén de carecer de servicio pluvial, esos problemas existenciales creo son los que propiciaron la alternancia en la presidencia municipal hasta en cuatro ocasiones.
Sin embargo, esa alternancia no ha sido la solución de la problemática urbana que con sus baches y sus fugas de aguas negras son ya parte de la historia de la ciudad, por lo cual infiero que la próxima autoridad municipal va a tener que cambiar la forma de gobernar.
Tendrá que recurrir irremisiblemente a la sociedad civil, pero no sólo con sus organismos afines o “paleros” sino también permitir la participación del ciudadano en lo individual.
Crear una Auditoría Social con presupuesto, autonomía y con poder de coerción, para obligar así sea al propio Cabildo a que respete el desarrollo sustentable de la ciudad, como también a las constructoras que desarrollan obras para el gobierno local.
Sería un órgano no de co gobierno, pero sí de coadyuvancia, como también será menester contar con un Tribunal de Justicia Administrativa, a fin de que el gobernado ocurra ante ésa instancia a reclamar el pago de los daños materiales o morales que sufra a consecuencia de actos administrativos irregulares de la autoridad municipal.
Reynosa ya no aguanta más crecimiento desordenado y por ende insuficiencia en los servicio públicos, su presupuesto no alcanza y en consecuencia deberá privilegiar el gasto que conforme al artículo 115 constitucional el presupuesto debe ser para servicios de agua, drenaje, limpieza, alumbrado, mantenimiento de calles, áreas verdes, panteones y seguridad.
La pavimentación de calles y el combate a la delincuencia ésa tarea déjenla para el gobierno estatal y el federal.
Que tengan un buen inicio de fin de semana todos.