Quizá no tengamos millonarios servidores y anti virus para detectar y detener a tiempo, antes de causar graves daños, una deliberada operación para “hackear” nuestra página (horacero.com.mx), pero los autores intelectuales y materiales deben saber que nuestra línea editorial nunca estará arrodillada frente a nadie.
Hace días escribí estas líneas en mi perfil de Facebook: “Hemos detectado que el ataque al servidor de Hora Cero proviene de San Nicolás de los Garza. A los únicos personajes que pudiera incomodar la reciente edición de Hora Cero son: el director de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL, Mario Rojo; el diputado cetemista, Oscar Alejandro Flores; el funcionario de Guadalupe, Ovidio Campos Tamez, y el jefe de producción de noticieros de Multimedios, Víctor Martínez”.
“Quiero que sepan que en 16 años con grandes enemigos nos hemos enfrentado en Hora Cero, y todas las batallas las hemos ganado. Y también qué casualidad, la semana pasada una denuncia por difamación en mi contra fue reactivada por la Procuraduría de Justicia de Nuevo León”.
Casi tres décadas que tengo de ejercer el periodismo en Nuevo León, Tamaulipas, así como en otras ciudades de México y del extranjero, me han permitido tener el pulso de cómo reaccionan los funcionarios, políticos y gobernantes cuando son descobijados con pruebas irrefutables.
Por eso no creo en las casualidades y tampoco soy inocente de quién o quiénes pudieron ordenar y pagar para tumbar hace días nuestra página web que tiene un amplio público no solamente en Tamaulipas, sino en Nuevo León.
Porque si los “hackers” han penetrado, ordeñado y tumbado sitios tan importantes como El Pentágono, obvio que otros menos protegidos y más vulnerables estamos a merced de los piratas virtuales.
Antes de que viviéramos la era digital de la información, los porros pagados por el viejo PRI reaccionaban con violencia, intimidando y hasta golpeando a reporteros, como pasó en 1991 en la Macroplaza de Monterrey donde militantes del Partido Acción Nacional fueron agredidos cuando protestaban exigiendo respeto al voto.
Pero poco cambió en tiempos del PAN en el gobierno federal. En 2007 el entonces alcalde albiazul de Reynosa y actual senador, Francisco García Cabeza de Vaca, ordenó desaparecer durante cuatro meses las ediciones impresas de Hora Cero Tamaulipas-Valle de Texas que publicaba la corrupción documentada de su administración.
Hasta un intento de incursión de empleados y líderes de colonias a nuestras instalaciones fue abortado por los autores intelectuales del mismo, tras una oportuna llamada telefónica anónima que nos alertaba sobre una turba que iría a protestar frente al periódico en apoyo al corrupto alcalde.
En esa ocasión fuimos a pedir protección para reporteros y el resto de empleados ante la Fiscalía Especializada en Delitos contra Periodistas de la Procuraduría General de la República, y el director general, Heriberto Deándar Robinson, entregó personalmente una carta a Los Pinos, dirigida al presidente Felipe Calderón Hinojosa, en donde detallaba los motivos de las amenazas.
En Hora Cero nunca nos verán enanos, indefensos y sumisos ante la clase política, sea de cualquier partido.
Los funcionarios, líderes, alcaldes y gobernadores pueden están acostumbrados a mandar, sí, pero dentro, no fuera de su ámbito. Y los dueños de medios que ponen las dos mejillas y lo permiten, allá ellos.
El primer día de abril la página horacero.com.mx estaba resucitando después de 72 horas de ataques del “hacker”, para gusto de sus fieles seguidores de Tamaulipas y Nuevo León, sobre todo.
En reciente visita a las instalaciones de Hora Cero, el candidato del PAN a la presidencia de su partido, Gustavo Madero Muñoz, adelantó que para las elecciones a gobernador de 2016 van a buscar el perfil menos cuestionado, “que caiga parado al momento de tomar la decisión”, reiteró.
Twitter: @hhjimenez
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