Cd. del Vaticano.-
Por primera vez de manera explícita, el papa Francisco pidió perdón, a nombre de la Iglesia, por los abusos sexuales de sacerdotes a niños y jóvenes. Pronunciada por el Pontífice argentino al encontrar a una delegación de la Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE), esta solicitud de perdón hizo recordar, según muchos vaticanistas, el mea culpa lanzado por Joseph Ratzinger el 12 junio de 2010.
La reflexión de Francisco tuvo como punto de partida a los niños víctimas de la pederastia sacerdotal. “Me siento llamado a hacerme cargo y a pedir perdón por el mal que algunos sacerdotes han hecho con los abusos sexuales a menores”, dijo Francisco asegurando que no habrá “ningún paso atrás” ni en lo que toca a la manera de “afrontar este problema” ni en materia de “sanciones”.
El Pontífice también dijo que “la Iglesia está consciente de este daño. Es un daño personal y moral, pero ¡cometido por hombres de la Iglesia!” y, en razón de esto, “creo que debemos ser muy duros”, porque “con los niños no se juega”, subrayó.
Francisco parecía aludir a la Comisión para la Tutela de los Menores que instituyó en marzo pasado para atacar frontalmente este fenómeno: de entre sus ocho miembros, cuatro hombres y cuatro mujeres, destaca la presencia de la irlandesa Marie Collins, víctima en su juventud de pederastia sacerdotal.
En este mismo contexto de la defensa de los menores, Francisco también se refirió a la situación y condiciones de vida de muchos niños en el mundo. “Es importante en nuestros días elaborar proyectos contra el trabajo-esclavo, contra el reclutamiento de niños soldado y contra todo tipo de violencia sobre menores”, exclamó, agradeciendo a los representantes de la BICE su labor a favor de los niños.
El Papa consideró “necesario subrayar el derecho que tienen los niños a crecer en una familia con un papá y una mamá capaces de crear un ambiente idóneo para su desarrollo y madurez afectiva” ya que en esta forma podrán “seguir madurando en relación con la masculinidad y feminidad de un padre y de una madre”.
“¡No son conejillos!”
El Papa remarcó que rechazaba “todo tipo de experimentación educativa con los niños”, porque “con los niños y los jóvenes no se puede experimentar. ¡No son conejillos de laboratorio!”. Recordó “los horrores de la manipulación educativa que vivimos con las grandes dictaduras genocidas del siglo XX” manipulación que, siguió diciendo, “conserva su actualidad en diversas formas y propuestas que, con una pretensión de modernidad, impulsan a niños y jóvenes a caminar sobre la vía dictatorial del pensamiento único”.
El pedir perdón de Francisco, así como la creación de la Comisión para la tutela de los menores, parece no estar en línea con el sorpresiva decisión adoptada a finales del mes pasado por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), que sancionó sólo como moral y no jurídicamente obligatoria la denuncia —por parte de sus obispos— de los eventuales casos de abusos sexuales detectados en sus diócesis.
Algunos grupos, como la Red de Supervivientes de Abusos Cometidos por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), opinan que las medidas adoptadas hasta ahora por el Vaticano no van lo suficientemente lejos. Quieren que Francisco cite por sus nombres y sancione a aquellos obispos que en el pasado encubrieron a quienes cometieron abusos y les obligue a reportar todos los casos sospechosos a la policía.
La decisión de la CEI contrasta con el duro documento emitido a principios de este año por la Comisión de la Naciones Unidas para los Derechos de los Menores.
Luego de acusar a la Santa Sede de haber permitido a religiosos abusar sexualmente de “decenas de miles de niños y jóvenes”, este organismo pidió al Vaticano “la inmediata remoción” de los responsables de estos actos y su “consignación” a las autoridades civiles, así como la apertura de los archivos vaticanos sobre la pederastia y los nombres de los prelados que encubrieron estos crímenes.
El Papa también advirtió que el aborto y el infanticidio son “delitos abominables”, al recibir ayer en audiencia, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, a un grupo de miembros del Movimiento por la Vida de Italia. (Con información de agencias)
Tomado de YouTube:
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