Los alcaldes de las cinco ciudades más importantes de Tamaulipas van por la reelección (Reynosa, Nuevo Laredo, Matamoros, Ciudad Victoria y Tampico).
Y lo harán en medio de reclamos y porras que como es del dominio público los primeros son de adeveras y las segundas suelen ser ficción, por la sencilla razón de que ejercer el poder desgasta y no con todos se queda bien.
Sin embargo, el PRI y el PAN le apuestan a retener esas plazas con los alcaldes que ya saben que las elecciones no son solamente una justa electoral, sino una competencia al filo de la legalidad.
Por ello, se recurre a la persuasión y al reclutamiento de activistas electorales que entre otras cualidades tienen la de saber a quién comprar el voto.
Aunque en el caso de Reynosa con todos los vicios que pueda haber percibo no recurrirán a la violencia, pues no es el talante de Maki Ortíz, de Serapio Cantú Barragán, de José Ramón Gómez Leal o Rigoberto Garza Faz.
Pero buscarán los votos calle por calle, pues aunque de momento no sea el objetivo, bien que saben que de esa elección saldrá uno de los próximos candidatos a gobernador.
Por otra parte, Ricardo Anaya con intenciones distractivas anuncia que de llegar a presidente de México enjuiciará a Enrique Peña Nieto por los delitos graves que haya cometido, aviso que lo hace a sabiendas de que no le va hacer nada.
A los presidentes sólo se les juzga por traición a la patria y delitos graves como el homicidio y violación entre otros, el peculado, el enriquecimiento inexplicable y el abuso de autoridad, que son los que cometen en todo caso, están fuera del catálogo de los delitos calificados de graves.
Así que otra pico largada y López Obrador ya hasta sonrientemente recomendando que el PRI y el PAN mejor cambien sus candidatos.
Es martes, pronostican lluvia así que a conducir con cuidado. Que tengan un buen día todos.