Fotos: Andrea Jiménez
Monterrey, N.L.-
Phil Collins demostró anoche en el Auditorio Citibanamex de Monterrey que su voz es mejor que la de otros cantantes de su generación. Y que su vida no ha sido de excesos a sus 67 años, recién cumplidos el 30 de enero pasado.
Sin pausa y por espacio de una hora y 40 minutos, el inglés cantó sus mejores éxitos y los más recientes ante casi 7 mil personas que llenaron el recinto de espectáculos en el Parque Fundidora.
Vestido de negro, caminando lentamente con su cuerpo ladeado y sostenido por un bastón, el canta autor que inició de baterista con la banda Génesis salió al escenario donde lo esperaba su grupo compuesto por 14 elementos entre músicos y coristas.
Después de unas pocas palabras en castellano como “Muchas gracias Monterrey. ¿Están listos?, Collins abrió el concierto con dos de sus canciones emblemáticas: “Against All Odds” y “Another Day in Paradise”.
Monterrey es parte de su gira “Not Dead Yet” que comenzó en días pasados en Brasil y que seguirá por Perú, Chile, Argentina y Uruguay después de visitar la Ciudad de México.
Entre su banda destaca su hijo de 16 años, Nicholas, quien hace dos años en el US Open de Tenis se presentó como baterista, el instrumento que su padre tocaba con Génesis.
“In the Air Tonight”, Sussudio” y “Follow you, Follow Me”, entre otras canciones, también fueron aplaudidas por una mezcla de generaciones que despidieron a su ídolo quien regresó a Monterrey tras 24 años de ausencia.