San José, Costa Rica.-
El gobierno de la provincia panameña de Colón, que alberga al segundo principal puerto de reexportación de mercancías más grande del mundo después de Hong Kong y es la puerta económica en Panamá frente al mar Caribe, decretó hoy un toque de queda para menores de edad, tras el estallido de la violencia callejera en la principal ciudad del área después de una huelga y una marcha de protesta contra la administración del presidente Juan Carlos Varela.
El toque de queda rige en la provincia a partir de este martes a las 18:00 horas en Panamá (17:00 en el centro de México) hasta las 05:00 del día siguiente, anunció la gobernadora Jenith Campos, al instar a los padres de familia a que el primer anillo de seguridad sea cada hogar y explicar que ningún menor de edad podrá deambular por calles, avenidas, veredas y otras vías sin compañía de un adulto responsable.
En un comunicado, el gobierno de Varela aclaró esta noche que la disposición estará vigente hasta que “se normalice el orden público” y aseguró que aunque “respeta el derecho a manifestarse”, las autoridades tienen el deber de “velar por la seguridad de todos y el respeto al derecho de otros, al bien privado y el bien público es la paz de todos”.
La Gobernación de Colón, basada en la Constitución de la República, informó que “se ha declarado toque de queda para los menores de edad, en toda la provincia, desde las 6:00 p.m. hasta las 5:00 a.m., a partir de este martes 13 de marzo de 2018”, precisó el reporte gubernamental.
“La medida, que se extenderá hasta que se normalice el orden público en la provincia, busca proteger y garantizar la vida y bienestar de los menores de edad, ante los enfrentamientos que se han registrado durante las últimas horas en la ciudad de Colón”, agregó.
La medida fue adoptada por los choques que estallaron este martes entre la Policía Nacional de Panamá y grupos delincuenciales que ejecutaron actos vandálicos y saqueos de comercios.
Informes policiales difundidos esta noche en Panamá atribuyeron esos sucesos a delincuentes.
“El vandalismo y los saqueos son responsabilidad de delincuentes ajenos a nuestra actividad de reivindicación social”, dijo, al respecto, el panameño Edgardo Voitier, coordinador de las dos agrupaciones que convocaron a la marcha, el Frente Amplio por Colón (FAC), que aglutina a sindicatos, y el Comité de Lucha por la Salvación de Colón, que reúne a movimientos populares no estatales.
Consultado al final de la tarde del martes por EL UNIVERSAL, Voitier relató que “la manifestación se realizó en forma pacífica. Pero después de que terminó y cuando ya nos habíamos retirado, estallaron actos de vandalismo y otros que reprobamos. Ninguno de los manifestantes se enfrentó a la Policía, porque nuestra marcha fue pacífica”.
Aunque el paro de Colón fue convocado inicialmente solo parte este martes, el dirigente anunció que se prolongará a este miércoles, con movilizaciones de repudio en contra del gobierno en distintos sitios de la ciudad y puntos aledaños para exponer su descontento por el panorama socioeconómico de la ciudad, por los problemas de desempleo, inseguridad, falta de agua potable y deficiencias en salud y educación, entre otros numerosos reclamos al gobierno de Varela.
El FAC y el Comité hicieron el llamado a la movilización tras asegurar que Colón sufre también por programas gubernamentales de renovación urbana que pretenden “privatizar” a la ciudad en beneficio de sectores económicamente privilegiados.
La marcha se inició pacíficamente este martes en horas de la mañana en la ciudad de Colón, pero luego del mediodía se precipitó en hechos violentos entre las fuerzas antimotines policiales y los delincuentes.
Los primeros incidentes aparecieron en la noche del lunes, con la quema de un edificio histórico y de llantas y con un cierre de calles. Voitier negó que el FAC y el Comité hayan tenido culpa de la violencia que emergió antes y después de la marcha.
“El casco antiguo de Colón se convirtió literalmente en un campo de batalla entre los manifestantes y las unidades de la Policía Nacional”, describió este martes el periódico La Prensa, uno de los principales de Panamá.
“Los enfrentamientos se han tomado las dieciséis calles de la ciudad, donde los antisociales miden fuerza con las unidades policiales que tratan de recuperar el orden, dándose varias aprehensiones”, narró.
La región es crucial para la economía panameña como sede de la Zona Libre de Colón (ZLC), un puerto de libre comercio que funciona desde 1948 y es una plataforma clave para la reexportación de mercancías hacia distintos destinos del continente americano.
Consultado hoy sobre la situación en la localidad caribeña por medios panameños de prensa, el presidente Varela se limitó a afirmar: “Hago un llamado para que trabaje en equipo para hacer un buen Colón”.
El gobierno de Panamá, que por la tarde del martes confirmó que reforzó la presencia policial en Colón, argumentó desde hoy miércoles en la mañana que invirtió más de mil millones de dólares en obras generales de infraestructura en Colón.
El gerente general de la Zona Libre de Colón, Manuel Grimaldo, abogó por un diálogo entre manifestantes y autoridades y aseguró que los dirigentes de la protesta son culpables de la situación, porque el movimiento se les salió de su control. No hubo por el momento reacción del FAC y del Comité a esa acusación.