Por desconocimiento de algunos médicos o por petición de los padres, a los niños les recetan diversos medicamentos que no son tan efectivos y sí pueden tener peligrosos efectos secundarios.
Reynosa, Tam.-
Ante la presencia de enfermedades respiratorias, muchos médicos recetan a los pequeños cuatro jarabes que ya forman parte del botiquín de muchos hogares: el antibiótico, el de la fiebre, el de la tos y el que combatirá a los mocos.
Lamentablemente las molestias no siempre desaparecen, generando mayor preocupación entre los padres.
La doctora Iris Rentería, otorrinolaringóloga pediatra informó en su artículo “Los 4 jarabes del Apocalipsis”, que entre un 85 y un 90 por ciento de las infecciones respiratorias en los niños son causadas por virus.
Esto es un catarro o resfriado común, mientras que la gripe es un término usado para referirse a la infección por virus de la influenza y se utiliza el término gripe o “gripa” para referirse al escurrimiento o congestión nasal.
En la información publicada en la página www.otorrinodeninos.com, la especialista dice que este padecimiento, es decir, las infecciones por virus, no se curan con medicamento.
“El cuerpo se encarga de eliminar los virus en alrededor de cinco a siete días por sí solo, le des lo que le des. Es muy común que se receten antibióticos, pero no ayudan en nada, ya que su función únicamente es combatir bacterias, no virus”, detalló la doctora.
Mencionó que después de una infección por virus pueden permanecer mocos o tos hasta por un período de tres a seis semanas, sin que esto represente peligro.
“Es la forma natural en que evoluciona una infección por virus. Nos damos cuenta de que ya no hay nada que temer porque el niño regresa a su ánimo y actividad normal, anda comiendo, jugando y dando guerra, sólo que con algo de mocos o tos”, expresó la especialista.
Éstos desaparecerán en algunas semanas y son molestias normales.
Comentó que debido a la preocupación que generan en los padres y el desconocimiento de muchos médicos es que se receta este esquema típico de jarabes.
ANTIBIÓTICO
La especialista en Medicina de Sueño explicó que solamente de un 10 a un 15 por ciento de las infecciones de nariz o garganta tienen un origen bacteriano.
Es decir, de 10 niños que reciben antibiótico por esta causa sólo a uno le servirá, por el contrario, tendrá efectos negativos como un barrido de la flora intestinal y dará trabajo adicional a hígado y riñones.
El antibiótico se indicará cuando la fiebre persista por más de cuatro o cinco días, el niño no presente mejoría y sufra una recaída, falta de apetito, las amígdalas estén inflamadas y presenten exudados, es decir, puntos blancos.
También cuando el paciente ha presentado mocos espesos y tos por más de 10 días sin mejoría.
Deberán indicarse antibióticos eficaces contra microbios de vías respiratorias y lamentablemente algunos como eritromicina, azitromicina, claritromicina o trimetroprim sulfametoxazol ya no tienen mucha utilidad, ya que las bacterias se han vuelto resistentes.
Otros, como la amikacina o gentamicina, pueden ser tóxicos para los oídos y provocar sordera.
Dijo que los antivirales son otra categoría que no corresponde a los antibióticos, sino que son medicinas que van dirigidas contra virus.
Sin embargo, los que están disponibles en el mercado no sirven contra todos los virus, únicamente contra algunas variedades y otros ya han dejado de ser efectivos, como son la amantadina y la rimantadina que no atacan a los virus de la influenza.
FIEBRE
Se considera fiebre cuando la temperatura corporal es mayor a 38 grados centígrados y no es una enfermedad sino una defensa del cuerpo contra la infección.
La doctora explicó que no es peligrosa y que no deja secuelas en el cerebro, solamente del 4 al 7 por ciento de la población padece de convulsiones febriles que no dependen del grado de temperatura, sino de la predisposición genética de la persona para padecerlas.
“La principal razón por la que un niño recibe medicinas para la fiebre es la fiebrefobia, es decir, el miedo de los padres de que le pase algo por tener fiebre. Algunos de mis pacientes han sido intoxicados por sus papás, les administraron demasiado medicamento para la fiebre por miedo a que algo les pasara y terminó ocurriendo algo peor”, mencionó la especialista.
Explicó que los antipiréticos tardan entre una y dos horas en bajar un grado centígrado, por lo que no es necesario tomarle la temperatura constantemente ni dar antiinflamatorios compuestos.
Las razones válidas para administrar un medicamento contra la fiebre es cuando el niño presente decaimiento, dolor muscular o escalofríos.
PARA EL ESCURRIMIENTO NASAL Y LA TOS
En la publicación realizada en la página Otorrino de Niños se informa que desde el 2008, Food and Drugs Administration (FDA, por sus siglas en inglés), la agencia que se encarga de regular medicamentos en Estados Unidos, recomienda no dar antigripales ni medicina para la tos a menores de 2 años y tratar de evitarlos con niños de entre 2 y 4.
Al utilizarlos existen riesgos de efectos adversos e incluso intoxicación, ya que su seguridad no está comprobada.
Existen distintos grupos de medicamentos que se venden sin receta para el escurrimiento nasal y la tos: antitusígenos o supresores de tos (dextrometorfano), expectorantes (ambroxol, guaifesina, acetilcisteína), antihistamínicos (loratadina, cetirizina, levocetirizina, fexofenadina, clorfenamina y difenhidramina), así como descongestivos (fenilefrina).
El problema de ellos es que algunos contienen más de un medicamento y se puede estar duplicando o triplicando la dosis.
Además, comentó que los antigripales no son muy útiles para controlar los mocos y tampoco sirven para “secarlos”.
“Los fármacos para la tos tampoco tienen mucha efectividad. En mi consulta, generalmente los papás y mamás se sorprenden de que no recete jarabes para la tos, y es muy común que me pidan que le indique algo al niño. Suelo preguntarles: ¿cuál jarabe para la tos les ha funcionado? Después de una pausa, todos concluyen que ninguno. Pues sí, los jarabes para la tos no curan la tos, sólo disminuyen por un rato el síntoma. Podrían incluso enmascarar padecimientos graves como una neumonía”, explicó.
Los jarabes que tienen broncodilatadores como el salbutamol o el clenbuterol tampoco son efectivos y pueden causar taquicardia.
No son recomendables para niños menores de 4 años y lo ideal es utilizar fármacos inhalados.
Concluyó su texto, mencionando que los mocos y la tos son defensas del organismo y al ser persistentes se debe investigar su razón, la cual puede deberse a infección, alergia, rinitis no alérgica, asma u otros problemas bronquiales como rinosinusitis o deficiencias en el sistema inmune.