Reynosa, Tam.-
Cada día aumentan los casos de personas que padecen diabetes y en el peor de los casos, hay quienes lo detectan cuando la enfermedad está demasiado avanzada; además, cada vez son más los niños que la sufren.
El doctor Gabriel Rosado Triay, quien funge como médico asesor de Compaso (Comité Municipal para la Prevención de Sobrepeso y Obesidad) y forma parte del Centro Multidisciplinario de Diabetes de la Frontera, mencionó las causas y efectos de esta enfermedad.
“La diabetes es el manejo inadecuado de la glucosa, o sea del azúcar en la sangre, que puede ser debido a una falla del páncreas en la producción de insulina y que puede ser variable: puede haber una disfunción parcial o el abatimiento completo”, comentó.
Rosado Triay explicó que esta enfermedad es causada principalmente por factores hereditarios, pero genéticamente son los afroamericanos, los nativos indígenas y los mexicanos quienes más predisposición tienen a padecerla.
“La diabetes ha aumentado como consecuencia de la obesidad y lo peor es que muchas personas, no saben que tienen la enfermedad, lo que arroja que en lo que conocemos como la evolución natural de la enfermedad se presenten daños a largo plazo”, dijo el médico.
Estos incluyen problemas en la vista, desde la retinopatía diabética, hasta llegar a la ceguera; infartos del miocardio por las alteraciones de las arterias, convirtiéndose en la primera causa de infartos, insuficiencia renal y amputación de los miembros inferiores.
DIABETES Y OBESIDAD
Explicó que la obesidad está muy relacionada con la diabetes, ya que hay una mayor demanda de insulina, por lo que el páncreas trata de compensar el exceso de azúcar para metabolizar a nivel sanguíneo y pasarlo en la célula.
Pero, dijo, llega el momento en que el páncreas se debilita y cada vez produce menos insulina.
Otro factor que influye en su debilitamiento es la acumulación de grasa en células donde normalmente no debe haberla, ya que se produce una toxicidad que favorece la muerte de las células productoras de insulina.
SIGNOS DE ALERTA
Tanto en niños como en adultos, el tener antecedentes familiares diabéticos, así como el sobrepeso y la obesidad son aspectos en los que hay que poner atención.
Sin embargo, también lo es la coloración obscura en zonas como las axilas, cintura, cuello y nuca, mencionó Rosado Triay.
“Hay mamás que se preocupan porque ya les lavaron muy bien estas zonas y no se les quita; regularmente lo asocian con falta de aseo, pero no es así, esto quiere decir que el niño se encuentra en camino de convertirse en diabético”, apuntó.
Explicó que hay tres claves para detectar a un paciente diabético: la polidipsia, que es tener mucha sed; polifagia, una necesidad muy grande de comer y poliuria, que se refiere a orinar mucho.
También el bajar de peso rápidamente sin ponerse a dieta, corresponde a las señales francas de la enfermedad, comentó el médico.
Exhortó a las personas a que presenten estos síntomas a acudir con su médico y si hay antecedentes familiares, ir directamente con el médico internista o endocrinólogo.
BUENOS HÁBITOS
Una vez que la enfermedad es diagnosticada el tratamiento se fundamenta en tres pilares: la dieta, el ejercicio y los medicamentos.
“Lo más difícil son los cambios de hábitos, hay que comer más sano, menos frituras, comida rápida y refrescos; el ejercicio es fundamental y recomendamos caminar 30 o 40 minutos diariamente”, expuso.
Finalmente, fue tajante al mencionar la importancia que los diabéticos deben de tener con el cuidado de heridas, ya que en caso de infectarse pueden presentarse complicaciones que incluso, pueden derivar en la amputación de extremidades.