Correctamente llamado Síndrome de Intestino Irritable, es un padecimiento muchas veces confundido con la gastritis, esofagitis y otros trastornos del aparato digestivo. Un experto habla al respecto.
Reynosa, Tam.
José Joaquín Villegas Villalobos es médico por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Está por cumplir 40 años como especialista.
Se entrenó en Tokio, Japón, es gastroenterólogo experto en endoscopía digestiva y terapéutica por la Universidad de Showa en Yokohama.
A lo largo de su carrera ha visto un sinnúmero de casos relacionados con problemas del aparato digestivo. Uno de las más frecuentes es aquel que tiene que ver con la inflamación del intestino grueso, conocida popularmente como colitis.
“A todos los pacientes que llegan y se quejan del estómago les tengo que pedir que me señalen con un dedo dónde exactamente les duele. Si es del ombligo para arriba no es colitis, sino gastritis o algún padecimiento del estómago, como una úlcera gástrica, úlcera duodenal y hasta un problema de esofagitis (reflujo), que le llamaron la enfermedad del siglo, porque es muy frecuente por el sobrepeso”, mencionó.
Villegas Villalobos indicó que cuando los pacientes se quejan de colitis le señalan por lo general por abajo del ombligo y eso tiene que ver con el intestino grueso, ya que por lo regular el delgado presenta muy pocas patologías.
“De hecho lo correcto es Síndrome de Intestino Irritable, aunque la gente le llama colitis, colitis crónica, colitis nerviosa y colitis espástica. Cuando hablamos de colitis aguda generalmente se traduce por enfermedad diarréitica, donde las evacuaciones están disminuidas de consistencia. Se puede asociar con fiebre, dolor de cabeza,
dolor de cuerpo”, alertó.
COLITIS AFECTA MÁS A MUJERES
Cuando el paciente es mayor de 40 años y es del sexo femenino, el síndrome del intestino irritable ocupa un número predominante de la consulta diaria, según manifestó este gastroenterólogo.
“Hasta recientemente se le asocia con una infección patógena, o cuando el paciente ha recibido una serie de tratamientos, si es mujer por infecciones cérvicovaginales o cérvicourinarias.
“Lo que sucede es que se altera la flora bacteriana y sí, el antibiótico acaba con las células patógenas, pero también barre con las bacterias que normalmente están en el intestino, la flora bacteriana normal y se producen cambios”, agregó.
Y dijo también que el origen del Síndrome de Intestino Irritable tiene que ver con la cuestión alimentaria, la comida chatarra como las hamburguesas, las pizzas, las papas fritas y las bebidas gaseosas.
“Pero desde el momento que es un trastorno funcional se relaciona además con la estabilidad emocional. Si es una paciente muy aprensiva, preocupona, pues eso influye para que ella se sienta peor”, expresó.
PONER ATENCIÓN
No obstante, para el especialista, hay otros aspectos que no deben pasar desapercibidos, ya que advirtió que en los 30 últimos centímetros del recto es donde se asienta el 50 por ciento de los tumores cancerosos de todo el intestino.
“De acuerdo con la Asociación Americana de Endoscopía Gastrointestinal, de la cual yo soy miembro internacional, ha establecido que a partir de los 40 años, todo mundo, hombres y mujeres tenemos un 7 por ciento de probabilidades de desarrollar cáncer de colon.
“Como el factor principal para esta enfermedad es la edad, entonces se sabe con seguridad que cada 10 años ese 7 por ciento se va a duplicar, así que a los 50 años todos los individuos tenemos un 14 por ciento de probabilidad y a los 60 hasta el 28 por ciento, por lo tanto desde los 40 años deben hacerse una revisión del intestino grueso, pero a los 50, si no se la han hecho, es prioritario una endoscopía”, aconsejó.
Villegas Villalobos explicó que la ventaja es que mediante ese procedimiento se pueden detectar otras patologías, que no tengan que ver con el Síndrome de Intestino Irritable, como los divertículos, los cuales son defectos en la pared del intestino grueso.
“Si la persona es constipada y come comidas erróneas o bebidas gaseosas, o pizzas, o legumbres con frijol, lenteja o repollo, estos globitos se van a extender, inflar y causar molestia.
“Típicamente los divertículos están del lado izquierdo del colon, abajo, por arriba de la ingle, es el sitio más común, pero pueden situarse en todo el intestino. Aquí, también del lado izquierdo, es el sitio más frecuente para que se acumule la presión del gas antes de desalojarse o de las evacuaciones”, detalló.
SÍNTOMAS Y ALGO MÁS
El entrevistado puso énfasis en que cuando existe una colitis crónica, como la gente lo conoce, ésta puede dividirse en tres tipos.
“Uno es cuando el paciente que cursa con constipación o estreñimiento hace hasta los tres, cuatro o cinco días. El otro es en el que predomina la diarrea y es un paciente con colitis nerviosa y hace cuatro o cinco veces al día. En tanto que hay tipos que incluyen los dos y se alternan”, enumeró.
Sin embargo, una vez que se hace la colonoscopía se descarta que haya otras patologías. Si el paciente tiene 40, 50 o más, lo mayormente delicado es asegurarse que no exista una enfermedad maligna.
“La maldición del cáncer es que cuando comienza no se siente nada. No se tienen molestias, pero en mi especialidad, en la gastro, hay dos signos de alarma. Cuando se pierde peso inexplicablemente no es porque esté a dieta, en un régimen de ejercicio o deprimido. No es ni siquiera porque esté enamorado.
“Cuando no existe un resultado que justifique una pérdida de peso es un signo de alarma. Y el otro signo muy importante es cuando el paciente sangra, que puede ser roja, fresca; poco oscura, como el vino tinto; pero cuando es negra como el chapopote y tiene un olor muy fétido, eso traduce que la sangre viene desde el estómago y ya viajó siete metros de intestino delgado, antes de ser desalojada.
“Esas son señales de que posiblemente exista una enfermedad avanzada. Por eso de rutina, de forma preventiva se recomienda hacer una colonoscopía, como las mujeres se hacen la mastografía cada dos años. El estudio basta con realizarlo cada cinco años, pero es conveniente a partir de los 40 y obligatorio después de los 50”, recalcó Villegas Villalobos.
El costo en promedio de este estudio es de 8 mil pesos, que vienen siendo poco menos de 400 dólares.
“Se toman imágenes y si vemos alguna lesión, úlcera o una pequeña tumefacción que parezca sospechosa se toman biopsias. Esas lesiones pequeñas se llaman pólipos, que pueden ser uno o dos centímetros. Generalmente son benignos, pero cuando es del tamaño de una cereza o aceituna, se sabe que a partir de seis o 12 años ese pólipo se va a transformar en cáncer. El cáncer no aparece de la noche a la mañana y es muy importante tomar en cuenta que las hemorroides jamás se convierten en cáncer, porque hay muchos pacientes que se confunden”, alertó.
Y en relación a la colitis, este especialista dijo que la padece del 30 al cincuenta por ciento de la población.
“La principal causa son los trastornos funcionales, la mala dieta y la ansiedad. La inestabilidad emocional, el estrés, eso tiene que ver, la falta de sufientes líquidos en tu dieta; la ausencia de ejercicio, el sedentarismo.
“Yo como especialista haría muy mal en recetar al paciente sin saber primero qué es lo que tiene. Primero hay que saber que no se trate de algo de peligro o de cuidado, por lo menos”, mencionó.