Reynosa, Tam.-
Permanecer mucho tiempo de pie o sentado diariamente, ser mayor de 40 años, medir más de 1.70 metros, obesidad, falta de ejercicio, vida sedentaria o predisposición genética son los principales factores para padecer várices: una enfermedad crónica y sin cura.
Esta enfermedad puede ser controlada con periodos programados en su tratamiento, frenar su progresión y mejorar la calidad de vida del paciente, pero no curar en defintiva.
El doctor Salvador Hurtado Garabito, experto en venas y con más de 10 años de experiencia en el tratamiento de este padecimiento, explicó que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Las zonas más comunes son las piernas, pero también pueden surgir en brazos, la cara, nariz o el dorso.
“Un bebé puede nacer con ellas, es decir, las venas tienen unas válvulas que es lo que hace que la sangre suba desde el pie hacia el corazón; si alguien nace sin esas vávulas, presentará várices durante su desarrollo o crecimiento”, expresó el médico.
Las várices son trayectos venosos dilatados, tortuosos, aumentados de tamaño y visibles. Para explicar el concepto, hay diferentes tamaños.
“Las del tipo ‘arañitas’, son el inicio de la enfermedad. Miden de .1mm a 1mm son de color rojo y es por lo que en general visitan el médico; las venolectasias miden entre uno y dos milímetros y son de color morado; las varices reticulares son las que miden de dos a cuatro milímetros y esas son de color azul o verde” explicó Hurtado Garabito, miembro de la Academia Mexicana de Frenología y Linfología.
El especialista aclaró que es una enfermedad más frecuente en mujeres, pero no exime a los varones, quienes también las presentan. Señaló que el padecimiento no se desarrolla de la noche a la mañana y cuando un paciente consulta, es porque ya tienen meses o años con el problema y son visibles.
Por ello recomendó visitar a un especialista para conocer los diversos tratamientos que existen.
Algunas opciones son: calcetines de compresión, medicamentos y tratamientos como la escleroterapia –que consiste en inyectar una sustancia para desaparecer las várices– radio frecuencia, rayo láser y finalmente, cirugía.
Aunque para elegir uno, dependerá del tipo de várices que se padezca, es decir, primarias, secundarias o congénitas.
“En el caso de la escleroterapia se requiere de varias sesiones para concluir con la eliminación de la várices hasta en un 95 por ciento”, mencionó Hurtado Garabito.
La sintomatía para detectar las várices es padecer ardor, dolor, comezón o hinchazón en las extremidades inferiores, cansancio y calambres durante la noche.
Por ello recomendó asistir con un médico de manera inmediata si detecta várices en cualquier parte del cuerpo, o si se presenta hinchazón en las piernas, ya que es un síntoma de alarma que advierte que quizá se tapó el sistema venoso profundo, pues su vena se inflama al grado de reventar la piel y podría provocar una úlcera.