Para una rinoplastia la premisa del doctor es no hacer daño, la nariz es para respirar y en caso de que haya un trastorno de funcionalidad, se puede hacer sinergia con otro especialista como el otorrinolaringólogo en pro del paciente.
Reynosa, Tam.-
La rinoplastia es un procedimiento en el cual se moldea la apariencia de la nariz, misma que va de la mano con su función, no es meramente estético pues su funcionamiento está unido a la belleza.
De acuerdo con el cirujano plástico certificado Édgar Arturo Riverón Valle, es una intervención en la que trata siempre de mejorar lo visual sin afectar la función de esa parte del rostro y depende de las necesidades de cada paciente.
“Algunas personas tienen la idea de lo que quieren, pero muy pocos saben que la modificación de una unidad estética de la nariz va afectar en toda la proporción de la cara. Tenemos que ver en forma integral qué es lo que busca el paciente”, afirmó el también egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El médico comentó que el procedimiento se realiza para mejorar la apariencia, pero también ayuda a aumentar la autoestima del paciente.
“Hay patrones que van relacionados con la belleza desde ángulos, tercios, somos proporciones y todo lo que va con la simetría y dentro de los marcos de las proporciones es aceptado como estéticamente bonito”, recalcó Riverón Valle.
Miembro del Colegio de Cirujanos Plásticos en Tamaulipas, toma como referencia “las proporciones divinas”, denominadas así porque de esa manera están hechas las obras de los artistas renacentistas, como por ejemplo la Capilla Sixtina, pintada por Miguel Ángel.
“Es decir si a lo que mide tu uña le agregas 1.6 mm, es lo que va medir la falange distal y si a esa medida le agregas 1.6 mm te da lo que mide la falange media y si agregas 1.6 mm te da la medida de la mano y así sucesivamente; es el estándar de oro, las proporciones divinas que se usaron desde hace tiempo y aunque no somos exactos de ahí nos basamos para saber qué proporción es la correcta para corregir”, mencionó el médico.
También resaltó que aunque la belleza sea subjetiva, intentan ayudar al paciente a hacer lo más conveniente para el y que con la nuevas técnicas cada vez son menos invasivas las intervenciones.
“Primordialmente buscamos no afectar la función de la nariz y que al mismo tiempo el procedimiento mejore el aspecto y que se limite el daño”, precisó.
TÉCNICAS PARA LA RINOPLASTIA
El doctor refirió las dos técnicas usadas para la rinoplastia.
La primera y menos invasiva consiste en realizar incisiones internas no visibles, usada para casos sencillos. Y la denominada abierta, que es en la que se deja una pequeña incisión en la parte central de la nariz, llamada colmena, se levanta toda la piel de esa parte del rostro y al tener mejor campo visual, se logra mejor simetría y reparaciones.
“En el segundo de los casos y tendencia actualmente practicada por los cirujanos con entrenamiento más reciente, es usada para casos más severos o en los cuales hay que manipular muchas estructuras y lograr una estética y funcionalidad correcta” precisó el médico.
Explicó que los casos severos es donde se trata de pacientes que tienen una marcada desproporción, es decir, una protuberancia, una punta hacia abajo, poco soporte, una depresión muy marcada también llamada nariz de boxeador.
“Como cirujanos plásticos, también somos reconstructivos. Tratamos casos de pacientes con paladar hendido en la cual tiene afectación también de nariz, hay que reconstruir esa parte del rostro por algún tipo de lesión o malformación congénita o alguna tumoración cercana a la nariz”, expresó el Colegiado del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.
Al igual que cualquier cirugía estética es riesgosa, mencionó el especialista, pero como no es una urgencia, dijo, se debe estudiar bien al paciente, para bajar los niveles de peligrosidad.
“El candidato ideal no es nada más el tener el riesgo de salud más bajo sino también que emocionalmente y psicológicamente sea estable para poder operarlo y las complicaciones se hacen más grandes si no se atienden con un cirujano certificado, por alguna infección o sangrado que pueden ser muy graves”, explicó.
Además añadió que cualquier persona que esté físicamente sana en su historia clínica, en su examen preoperatorio y arriba de los 40 años en su valoración por medicina interna o emocionalmente estable, es perfecto para la rinoplastia.
“Con los nuevos tipos de anestesia, la recuperación es más rápida. A la semana estamos quitando los puntos. Es una cirugía ambulatoria… se opera en la mañana y en la noche se da de alta, pero la desinflamación es progresiva; microscópicamente está inflamada hasta un año”, agregó Riverón Valle.
Añadió que entre los primeros cuatro o seis meses se puede ver un 80 ó 90 por ciento de cómo va a quedar la nariz y su apariencia final.
Recomendó a los pacientes cerciorarse que sea un cirujano plástico certificado a quien busque para esta operación y cualquier cirugía estética que quiera realizarse, que vea su experiencia, que conozca su trabajo y le brinde su confianza.
“Y como cirujano también tenemos que detectar quiénes no son candidatos aptos para cirugías. A veces hay muchos prospectos en los cuales vamos a salir ganando ambas partes, si no operamos” apuntó.
El colegiado ejemplificó algunos casos de ese tipo, es decir, hay pacientes que no saben realmente el cambio que quieren, demasiado obsesivos, emocionalmente ya tienen un historial de alguna psicopatología y pacientes que no gozan de un buen estado de salud.
“Hay una gama de pacientes que desde que entran, sabemos que no tienen la confianza suficiente o que tienen alguna presión externa, que no tienen expectativas realistas; pacientes donde debemos poner atención porque los resultados no van a ser los ideales y es preferible no intervenir”, recalcó el especialista.
Lo mejor, en su opinión, es canalizarlos con otro tipo de atención especializada antes de decidir si serán aptos para una intervención quirúrgica.