Monterrey, NL.-
En el marco del día internacional del libro, el editor José Luis Font recibió ayer lunes el reconocimiento al Mérito Editorial UANL 2018 por su trayectoria al frente de una casa editora con más de un siglo de existencia y más de mil 500 títulos publicados.
“Nuestra institución, a través de la Secretaría de Extensión y Cultura y la Dirección Editorial Universitaria, se congratula en otorgar al decidido impresor, al sobresaliente empresario y apasionado promotor del hábito de la lectura, José Luis Font y Gutierrez Solana este reconocimiento al Mérito Editorial.
“Un galardón que nuestra Máxima Casa de Estudios, fiel a su misión institucional de fomentar el interés por el libro y el hábito de la lectura, tanto al interior de la universidad, como en la comunidad en general, concede a quienes se han destacado en la producción y la difusión del libro“, manifestó José Garza Acuña, Secretario de Extensión y Cultura de la UANL, quien encabezó el evento realizado en la Casa Universitaria del Libro.
Y también acompañaron al galardonado en el presidium, Antonio Ramos Revillas, director de Editorial Universitaria y el conferencista César Lozano, quien debutó en el ámbito literario con el apoyo del señor Font.
Ramos Revillas destacó que la distinción de la que fue objeto el maestro Font reconoce no solamente el oficio que consiste en diseñar, imprimir y vender libros, sino una apuesta por la cultura y la conformación de la historia de la edición en Nuevo León.
“Somos una ciudad de materiales impresos; de textos que se comparten todos los días, no sólo por su carácter intelectual, sino también por su carácter festivo, académico y de resistencia al paso del tiempo.
“Contamos con cerca de nueve editoriales locales que apuestan por la obra de escritores, poetas, ensayistas; tenemos dos editoriales institucionales, como lo son las ediciones de Conarte y también las ediciones que se elaboran en esta misma casa universitaria y que alcanzan los cerca de 100 títulos anuales.
“Y con estos libros, tenemos una comunidad y una gente de la letra, personas que trabajan los libros, que les apasiona formar páginas y diseñar portadas; que revisan los materiales para que se vayan con la menos cantidad de erratas posibles”, mencionó Revillas en parte de su mensaje sobre el trabajo de los editores que aman este oficio.
Agregó que gracias a su aportación como librero y editor, el apellido Font se encuentra en muchas casas, en muchos libros, en muchos hombres y mujeres regiomontanos, que los leen, los guardan y los comparten y que “al imaginarlos, hacen posible que la flama de la verdad ascienda”.
Y minutos despeñes de recibir el reconocimiento, José Luis Font dirigió unas palabras a los presentes, entre los que se encontraban: su esposa, hijos, nietos y algunos de los autores que han publicado en su casa editora y especialmente a don Ricardo Espinosa, quien falleció recientemente.
“Ya habíamos llegado a publicarle 21 libros, y esto se dice fácil; y un día le dije: oye, parece que tienes incontinencia literaria, y el (Espinosa) me contestó: y tú tienes incontinencia editorial, entonces, estamos a mano, Ricky, un abrazo”, expresó.
Recordó sus inicios en el mundo de los libros en 1964 en la Librería y Editorial Font de Guadalajara, que fue fundada por su abuelo, el señor Leopoldo Font en 1908, y bajo el mando de su padre en 1936.
“El primer libro que se publicó bajo el sello de la editorial fue: `Nociones elementales de gramática castellana´de don Tomás E. Gómez, de 1909; obra que fue premiada con tres medallas de oro en la Exposición Regional de Guadalajara y por la Universidad de San Luis Missouri y de la que reimprimieron más de 30 ediciones.
“Entre muchas otras quiero destacar `La Escuela de México ´de don Luis Pérez Verdia, y `La breve historia de la literatura española´, del arquitecto Agustín Basave, de lasque se imprimieron muchísimas ediciones “, señaló.
Relató que en 1971 adquirieron la Librería Cosmos de Monterrey, la cual fue fundada por don Justo y dirigida por don Alfredo Gracia Vicente, quien le pasó la estafeta para que esta librería quedara en sus manos, ya que era un punto importante de reunión para los amantes de la lectura y de eventos culturales.
“El oficio del librero y editor, tiene todas las delicadezas de una elevada artesanía y todas las complicaciones de una fina ciencia; pero hay que contar con el disfrute permanente de ese misterioso influjo que emana de los libros.
“El polvo de los siglos, no es una figura retórica, es el polvo sagrado que el tiempo deposita sobre los volúmenes y que al contacto con sus hojas, defienden al organismo del librero de los peligros de la vida sedentaria y le permite una larga supervivencia“, manifestó el galardonado editor, José Luis Font.