Monterrey, N.L.-
En el pasado, la cultura era vista como un ente elitista, poco accesible y muy alejado de la comercialización. Actualmente, con las nuevas formas de consumo, la cultura y todo lo que tenga que ver con ella, no sólo debe ser vista como cualquier otro producto de mercado, sino que además debe venderse bien.
Y para ello, se requiere de estrategias de mercadotecnia hechas a la medida, no importa si el cliente es un artista emergente o una institución pública o empresa privada.
Sergio Gómez – Tagle, mercadólogo, consultor y promotor cultural, visitó la ciudad para impartir dos seminarios diseñados para creadores, artistas, estudiantes y promotores culturales.
“Derechos de autor + Constitución de empresas culturales“ se realizó el pasado fin de semana, mientas que “Patrocinios para proyectos artísticos y culturales en Monterrey“ se imparte desde el pasado lunes 14 y concluye hoy viernes 18 de mayo en el Auditorio CEDART Alfonso Reyes.
Gómez-Tagle señaló que es muy importante que estos programas lleguen a quienes realicen cualquier actividad relacionada con el arte, pues no basta con la creación de su obra o proyecto, sino generar interés en torno a ella.
“Estos programas de educación continua tienen relativamente poco, y hay algunas instituciones que apenas las están implementando. Hay algunos que ni siquiera se han dado cuenta que esta es una necesidad.
“Históricamente, las instituciones solamente dan programas de capacitación, creación y producción artística, pero no enseñan a formar públicos, a saber elaborar acuerdos, negocios, etcétera”, mencionó el CEO y fundador del Grupo Adverb.
Según una investigación hecha por la Incubadora de Negocios del ITESM, el PIB cultural en 2016 fue de 1,046, 000, 000 dls. En México fue de $292, 288, 000 dls mientras que en Nuevo León actualmente se desconoce la cifra.
“El desconocimiento de lo que pasa en el Estado tiene mucho que ver con la informalidad del empresario cultural. Además, se debe considerar la cantidad enorme de profesionales que están involucrados en la Industria Creativa: Formación, desarrollo de talento, financiamiento y mecenazgo, compra de insumos, creación artística, infraestructura, servicio de soporte, gestores culturales, promoción y fomento, espectador y difusión“, señala el informe.
Y en relación a esto, el consultor cultural añadió la misma necesidad del sector ha hecho que esto llegue desde iniciativas institucionales públicas o también desde la iniciativa privada.
“Estas herramientas o estrategias precisamente sirven para poder legitimar la creación a través del consumo, porque si no hay alguien que esté frente de la orquesta, o viendo la película, o leyendo los libros, al final no sucede nada.
“Entonces debemos entender correctamente lo que se llama cadena de valor creativo que va más allá sólo de la creación de ideas y su producción físico virtual ; debemos generar público que este dispuesto a pagar, y si no paga el público, que alguien más esté detrás, ya sea un patrocinador, una empresa o una institución, pero que de alguna forma el artista reciba una remuneración económica solo por el capital intelectual, es decir su conocimiento “, destacó.
La experiencia de Gómez- Tagle en la iniciativa privada incluye la dirección de eventos artísticos corporativos, producción de conciertos y festivales , así como la gerencia operativa de centros de espectáculos y además, ha sido manager de importantes artistas nacionales y extranjeros.
“El target que tengo yo es desde los artistas emergentes en lo individual, hasta Pymes culturales, colectivos, hasta embajadas, universidades, museos, así como las Secretarias: de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de Cultura Federal, y ahora mismo estoy en negociaciones con las Secretarias de Cultura de los estados de Jalisco, de Veracruz y también la de Nuevo León a través del Consejo Para la Cultura y las Artes Conarte.
“También doy consultoría a gente que incluso a estudiantes hasta embajadas, países; estoy con una organización que se llama Acerca de la Unión Europea y en este momento estoy en negociaciones con la UNESCO para legitimar un sistema de becas y me buscaron del Banco Interamericano de Desarrollo para dar visibilidad de este ejemplo de éxito“, destacó.
Consideró que es imperativo entender el mercado para poder entender cuales son sus hábitos de consumo y orientar esos patrones de consumo y de esta manera capitalizar los proyectos.
El patrocinio, añadió, convierte al arte en una actividad rentable, un modus vivendi exitoso sin necesidad de sacrificar la libertad de creación.
“La mercadotecnia de la cultura tiene como objetivo principal poder vivir de nuestra obra sin morir en el intento“, concluyó Sergio Gómez- Tagle.