Reynosa, Tam.-
Quienes lo conocen aún no pueden creer que Víctor Alfonso, “El Rojo”, cumpla con el perfil de un frío criminal capaz de matar con un martillo a una familia completa en complicidad con otros dos adolescentes.
Maestros, compañeros y amigos de la infancia aseguran que este adolescente vivía una existencia tranquila, donde los sueños de futbol acaparaban sus ilusiones.
Es por ello que nadie puede creer que durante todos estos años estuvieron conviviendo con alguien que hoy es un multi-asesino confeso.
El máximo sueño en la joven vida de Víctor Alfonso, de 17 años de edad, era jugar futbol fuera de Reynosa, y aunque apenas habían pasado once días desde que participó en el asesinato de una familia completa, este adolescente estaba feliz y sin remordimientos, pues se encontraba en ruta al municipio de Matamoros para participar en un torneo regional de ese deporte.
Pese a la magnitud del homicidio en el que también participaron César Darío, de 16 años, y Angel Reynaldo, de 15; Víctor Alfonso, “El Rojo” como se le conocía, viajaba tranquilo en el autobús escolar, sin importarle que el 2 de marzo había contribuido con el homicidio de Carmen Edith Padilla López, de 48 años, y sus dos hijos: Samantha, de 16 y Aarón Caleb, de apenas seis, quienes fueron asesinados dentro de su hogar en la colonia Jarachina Sur.
Ese 13 de marzo, el joven no mostraba rastro de culpa o mancha de sangre que lo incriminara del asesinato cometido a martillazos y en el que también se mancilló el cadáver de la joven Samantha.
Para seguir la nota:
http://www.horacerotam.com/noticia/?id=NHCT127232
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