Cartagena de Indias.-
Especialistas destacaron que cualquier persona que ha tenido varicela, puede desarrollar después de los 50 años el herpes zóster o “culebrilla”, considerada una de las enfermedades más dolorosas e incapacitantes, con complicaciones severas, que afectará a una de cada tres personas en el mundo en algún momento de su vida.
Resaltaron que a pesar de que ya existe la primera “vacuna contra el dolor” y preventiva contra la “culebrilla”, que debe aplicarse a partir de los 50 años, por la poca difusión y recomendación médica no se aprovecha y este padecimiento crece alarmante en América Latina, principalmente en adultos mayores de 60 años, con estimaciones de un millón de casos al año.
El investigador y jefe del Departamento de Gariatría del Hospital Universitario San Ignacio de Colombia, Carlos Cano, destacó que ante el aumento de población adulta en América Latina, se tiene que cambiar el concepto de envejecimiento en la región y esto implica también pensar de manera diferente sobre el tema de la vacunación de los adultos.
Durante su participación en el Taller Regional de Prensa: Impacto en la Salud Pública de la Vacunación en Adultos Mayores”, organizado por la farmacéutica MSD, insistió en la importancia de ese refuerzo en la vacunación, para evitar el daño que provoca al sistema nervioso central el herpes zóster, que se presenta principalmente en un costado del cuerpo y la cara, incluidos los ojos.
En el marco del Quinto Congreso Panamericano de Gerontología y Geriatría, resaltó que el herpes zóster es ejemplo de una enfermedad que no mata, pero que deja secuelas largas y dolorosas para los adultos mayores, que afecta de igual forma a mujeres como hombres.
Destacó que aunque no es una enfermedad contagiosa, los niños menores de dos años que conviven con personas que tiene herpes zóster sí corren ese riesgo, debido a que a esa edad aún no han sido vacunados contra la varicela.
En ese punto, explicó que este tipo de herpes, que es muy distinto al herpes simple, es causado por el virus de la varcela, el cual permanece en su organismo en esta inactivo y por razones aún desconocidas se puede reactivar años más tarde, causando la “culebrilla” o herpes zóster.
Alertó a la población adulta que existen síntomas de esta enfermedad, que se quita y regresa, que no deben pasar inadvertidos, como es una dolorosa erupción cutánea o sarpullido en mitad del cuerpo o de la cara, que antes de uno a cinco días antes de aparecer esa erupción, es frecuente que la persona experimente dolor, picazón y cosquilleos.
El geriatra resaltó que la erupción se caracteriza por la formación de ampollas que después de siete a 10 días forman costras y que suelen desaparecer entre las dos y cuatro semanas posteriores; en la mayoría de los casos esa erupción toma forma de una franja horizontal que aparece en los costados del cuerpo o cara.
Añadió que en casos raros se manifiesta como varicela y entre otros síntomas también puede provocar fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y malestar estomacal.
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