Washington, E.U.-
El sur de California volvió a temblar esta tarde, sacudido por un sismo de 4,1 grados de magnitud, la mayor de las más de 100 réplicas que se han registrado tras el sismo de 5,1 grados de la noche del viernes en el sureste de la ciudad de Los Angeles.
El temblor se registró cerca de la localidad de Rowland Heights, alrededor de las 14:32 hora local, según el Servicio Geológico Estadounidense (USGS) , que señaló que el movimiento telúrico tuvo una profundidad de unos ocho kilómetros.
La fuerte réplica llega tras el temblor registrado a las 21:09 horas del viernes con epicentro entre las localidades de La Habra y Brea en el condado de Orange y una profundidad de 7,5 kilómetros.
“La secuencia de réplicas podría continuar durante varios días o semanas pero probablemente tendrán menor frecuencia y magnitud a medida que pasa el tiempo”, informó el USGS.
Pese a la continuidad de las réplicas, el Departamento de Bomberos de Los Ángeles dijo que ya no están en alerta por terremoto e indicó que los daños registrados son menores.
“Por suerte, no se han registrado daños significativos en los 756 kilómetros de nuestra jurisdicción”, indicó el departamento en un comunicado.
Las autoridades locales indicaron a través de sus cuentas de Twitter que el temblor provocó roturas de cristales y de conductos, con escapes de gas y agua.
La compañía eléctrica Southern California Edison señaló que unos dos mil clientes se quedaron sin luz a raíz del temblor.
Por su parte, el USGS informó de más de una docena de réplicas, cuya magnitud osciló entre los dos y los 3,6 grados.
Las autoridades señalaron que han dado la instrucción de revisar puentes, represas, vías ferroviarias y otras infraestructuras para identificar posibles daños.
Residentes del área afectada señalaron en declaraciones a la cadena de radio local KNX-AM haber visto cómo un muro de ladrillos se desmoronaba y árboles y cables del tendido eléctrico tambaleantes.
“Todas las ventanas del edificio temblaron”, dijo una de las personas que llamó a la estación radiofónica desde el cine en el que estaba cuando se produjo el terremoto.
“Todo el mundo salió a la calle y comenzaron a abrazarse unos a otros”, añadió.
El temblor provocó también el cierre de la línea de trenes Metrolink para la inspección de las vías y los vagones.
El parque de atracciones suspendió también brevemente sus actividades como medida de precaución.
El sismo sigue al temblor de 4,4 grados en la escala de Richter registrado el pasado 17 de marzo.
Desde el 1 de mayo último, el USGS registró en California más de dos mil sismos, el 99,5 % de los cuales fueron de menos de 4 grados en la escala de Richter.
Los sismólogos consideran que hay una probabilidad de un 98 por ciento de que el “Big One”, un terremoto de magnitud 7,8 o superior con origen en la falla de San Andrés, afecte al sur de California en los próximos treinta años.
Las estimaciones oficiales indican que ese temblor causaría de forma directa dos mil muertes y 53 mil heridos, así como el derrumbe de mil 500 edificios, incluidos rascacielos, y daños de consideración en 300 mil inmuebles.
Esas cifras podrían duplicarse en los días posteriores al seísmo por culpa de la inseguridad, los previsibles problemas de suministro de energía, de agua y de alimentos pero, sobre todo, de los incendios.
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