Managua, Nicaragua.-
Van 100 días desde que arrancaron las manifestaciones en Nicaragua pidiendo democracia a Daniel Ortega, quien lleva 22 años al frente del país, los últimos 11 de manera ininterrumpida.
El balance de su gestión es de pobreza y enorme corrupción, pero de tres meses a la fecha a esa lista habría que agregarle muertos, heridos, presos políticos y desaparecidos. Eso es lo que acusan los llamados autoconvocados. Ellos rechazan regresar de nuevo a una dictadura y por ello han decidido salir a las calles.
“Me han quitado tanto, todo, que también me han quitado el miedo”, comentó una de las muchas madres que esperan noticias de sus familiares afuera de la Catedral de Managua.
Las mujeres ruegan por saber en dónde están sus esposos e hijos detenidos por el crimen de manifestarse en contra del régimen de Ortega o simplemente por apoyar a los autoconvocados con comida y bebida.
Esta semana han pasado por un recrudecimiento en la represión.