México, D.F.-
Gerardo Flores ve a la distancia toda la parafernalia que envuelve a Rogelio Chávez, flamante seleccionado nacional.
Piensa “yo pude estar ahí”, pero aquella lesión, aquél inoportuno resbalón en una mojada cancha del estadio Azul lo dejó fuera del equipo cementero, de la titularidad, y de la Copa del Mundo.
Hoy Flores le pone buena cara al mal pasado. Se recarga en que ahora ha vuelto a las canchas y se motiva con volver a ganar minutos de juego. “Lo que pasó, aquella lesión, ya no la puedo arreglar, lo mejor es dejarlo atrás. No me quedo en recordarlo sino en cómo lo manejé. Ahora lo importante es que estoy de regreso y que tengo que recuperar el tiempo perdido”, dijo el lateral de La Máquina.
El Mundial se ve lejos para él, pero, futbolista al fin, no pierde las esperanzas, “hasta que no vea el avión despegando con todos los jugadores, hasta ese momento dejaré de luchar por un puesto. No es que me dé falsas ilusiones, simplemente que en el futbol todo puede pasar”.
Mientras eso sucede, se concentra en Cruz Azul y en el juego de mañana, sábado, en contra del Atlas, uno de los equipos que más lo proyectó en la Primera División.
“El cariño por Atlas se queda, pero es claro que hoy me debo a Cruz Azul. El juego no será nada fácil, ellos se ‘matan’ en cada encuentro para salir de la zona del descenso y nosotros queremos amarrar la clasificación”.
Al equipo de Luis Fernando Tena le falta un punto para asegurar matemáticamente la liguilla y espera conseguirlo ante los rojinegros. “Y si se hace, no nos vamos a relajar. Qué bueno que hicimos un gran torneo, pero lo importante aquí es la liguilla”.
La única ausencia confirmada del equipo cementero para el duelo ante los tapatíos será la de Christian Giménez, quien se recupera de una luxación en el hombro derecho.
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