El Parkinson es una enfermedad crónico degenerativa, controlable con fármacos, aunque deben ser cambiados cada tres o cinco años años, pues el paciente se vuelve inmune a sus componentes.
Reynosa, Tam.-
La enfermedad de Parkinson es un daño en las neuronas centrales del cerebro que se presenta por la falta de producción de dopamina.
Se caracteriza por movimientos bruscos involuntarios del cuerpo y es la segunda enfermedad más importante crónico neuronal y degenerativa, después del Alzheimer, expresó el médico especializado en neurocirugía, Ramiro Zenón González García.
“Ocupa y preocupa al mundo porque al menos 6 millones de personas la padecen; es controlable, mas nunca curable y muchos personajes importantes la han sufrido como el Papa Juan Pablo II, Robin Williams y Salvador Dalí entre otros”, comentó el especialista.
Añadió que es una lesión de las neuronas dopaminérgicas que forman la dopamina y en el 70 por ciento de los pacientes no tiene una causa específica.
González García detalló que los primeros síntomas aparecen con temblor de la mano, rigidez muscular, falta de flexibilidad en los músculos del cuerpo; inestabilidad de la marcha, falla el ponerse de pie, temblor de reposo o movimientos involuntarios de las extremidades.
“Unos se presentan al inicio, mientras que otros ocurren durante la fase final de esta enfermedad y solamente se diagnostica netamente de forma clínica, ya que desafortunadamente no hay un examen de sangre o uno radiológico que nos den un resultado”, precisó.
Los niveles de este padecimiento son leve, moderado y severo. Lo que más llama la atención de los estudios es que su control se logra gracias a medicamentos que forman dopamina, misma que le permite al paciente controlar un poco los movimientos involuntarios.
“Sin embargo, estos medicamentos deben ser cambiados cada tres o máximo cinco años, ya que el enfermo crea una resistencia a sus componentes, así sean de la más alta calidad, lo que les impide continuar con una vida más digna y de esa
manera evitar la progresión del padecimiento”, precisó el especialista.
Explicó que los síntomas que presenta el paciente son los que dirigen al médico hacia el tipo de medicamento a recetar para ayudar a los neurotransmisores, y estos mismos son los que indican si es en realidad, o no, la enfermedad de Parkinson.
DIVERSOS TRATAMIENTOS
De acuerdo con el doctor González García, actualmente existen varios estudios experimentales con buenos pronósticos, para los enfermos de Parkinson, sin embargo, éstos no son utilizados aún en seres humanos.
“Desgraciadamente no hay un control o una forma de prevenir dicho padecimiento, se considera a veces que puede ser por golpes en la cabeza, infecciones virales o respiratorias que se vayan al torrente sanguíneo y lleguen hasta la cabeza, ninguno con pruebas irrefutables”, precisó.
Agregó a su vez sobre personas que se intoxicaron con gases como monóxido de carbono, metales como cobre, manganeso, que ingieren antipsicóticos, tranquilizantes, es decir, medicamentos controlados y hasta para las náuseas, pueden ser también propensos a dicha enfermedad.
Detalló que los tratamientos que se implementan son farmacológicos que producen dopamina y permiten inhibir movimientos anormales, mismo que se utilizan en al menos, el 95 por ciento de los enfermos.
Mientras que el porcentaje restante es tratado por cirugía, que de igual manera tiene un pronóstico muy bajo de éxito; en ella se implantan estimulantes por estereotaxia, pero con ella solo se logra reducir la dosis del medicamento, no curarla y se mantiene en etapa experimental.
La operación es un procedimiento mínimamente invasivo, es denominada de primer nivel y hasta en países como Estados Unidos, son máximo 3 los que realizan la estereotaxia; en ella se coloca un electrodo justo en el centro del cerebro que va a permitir el estímulo motor que no hacen las neuronas porque no hay dopamina. Mientras que en nuestro país sólo se realiza en la Ciudad de México.
Además recomendó actividad física para mejorar la calidad de vida de los pacientes ya que la rápida evolución progresiva de la enfermedad depende de los medicamentos y el ejercicio, así como el diagnostico temprano con especialistas correspondientes de la enfermedad.
“Los médicos netamente eficaces para tratar y diagnosticar dicha enfermedad son los neurólogos neurocirujanos y especialistas en geriatría, este último porque la enfermedad se presenta en personas mayores de 60 años, digamos que puede ser el grupo etario vulnerable para el Parkinson”, precisó.
“A veces no se le da la importancia que se requiere. La actividad física ayuda a mejorar el tono muscular y disminuir la rigidez de los músculos en el cuerpo, la fascia inexpresiva, la marcha y facilita en general el movimiento motor, para ser más autónomo pues el Parkinson limita al paciente”.
GRUPOS VULNERABLES
González García señaló que las personas que tienen familiares con Parkinson que sufrieron envenenamiento con algunos metales, y el sexagenario son los grupos vulnerables propensos a contraer esta enfermedad.
“Además, hay una confirmación clara y evidente de que la genética tiene un factor importante para esta condición, aunque todavía se estudia, todavía no hay control en ese aspecto”, dijo.
Señaló que hay algunos movimientos anormales en el cuerpo que tienen otra causa, y se incluyen como parkinsonismos o pseudo-Parkinson, y que son temblores causados por desgaste neuronal, lesiones, golpes o infecciones.
“Una forma de diagnóstico clínico es que cuando la persona cree que puede tener Parkinson, le damos medicamentos para esa afección, es decir, dopaminérgica, y si mejora, es que sí lo fue, si no hay una mejoría, deberías buscar otro diagnósti-
co”, explicó.
Dijo que es una enfermedad que hoy en día requiere más información y tratamiento oportuno para evitar llegar a condiciones dependientes de segundas personas, y lograr un mejor pronóstico para el paciente en el futuro.
“Es una de las enfermedades que afecta a toda la familia porque es como una regresión de la vida, el paciente de la tercera edad se vuelve totalmente dependiente de una segunda o tercera persona. La batalla por caminar, comer e incluso ir al baño”, explicó.