Chichén Itza, Yuc./3 Oct.
Cuando a Plácido Domingo le preguntan qué se siente ser el mejor tenor del mundo, éste responde de forma modesta: “No lo sé porque todavía no llego ahí”.
Afirmó que prefiere mantener esa ideología de que cada día se aprende algo nuevo: “Aquí (en la Tierra) estamos de paso, así es que lo que nos corresponde es hacer el bien… yo no quiero llegar a viejo, pero quiero vivir 120 años”.
De ahí que Domingo haya superado ya, desde hace tiempo, aquella desafortunada experiencia que permitió al fallecido italiano Luciano Pavarotti presentarse en Chichén Itza hace 11 años, aún y cuando el tenor de origen español ya había sido anunciado por los organizadores.
Este año por fin, y tras una sonada polémica que involucró al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), instancia que manifestó los contras que envolvían a la realización del concierto de “Las Mil Columnas”, Plácido Domingo se presentará este sábado a los pies de la pirámide de Kukulcán, en esta zona arqueológica considerada una de las Siete Maravillas Contemporáneas del Mundo por la UNESCO.
“Hay grandes lugares en el mundo en donde he actuado, como ‘La Ciudad Prohibida’, en China… o en los templos de Luxor (en Egipto). Sé que hubo un poco de polémica respecto a este concierto en Chichén Itza”, aseveró en conferencia de prensa.
Y agregó que: “He venido una vez que la organización aclaró todo”.
El español se negó a revelar cuánto dinero cobró por su actuación en la zona maya: “A un artista no se le pone precio, no acostumbro discutir cuánto gano, tan sólo salgo a cantar, y a dar lo mejor que puedo”.
Durante la charla con la prensa, Plácido habló de sus próximos proyectos, en los que adelantó se encuentran llevar a escena “Il Postino” (El cartero), junto al mexicano Rolando Villazón, quien interpretaría al cartero, y Domingo a Neruda.
También dijo que planea dirigir “La Petite Messe Solennelle” (de Gioacchino Rossini) con la participación de Andrea Bocelli.
Por otra parte, también advirtió que su participación en el popular programa “Los Simpsons” fue una pequeña contribución a fin de brindar apoyo a la difusión de la ópera entre aquellos sectores que no han tenido acercamiento alguno con ese género musical.
Reveló que cuando los productores del programa estadounidense le propusieron aparecer en uno de los capítulos, la idea original era presentarlo en un baño sauna con un físico demasiado corpulento, razón por la cual rechazó, en un principio, hacerlo.
“No quise hacerlo así porque no quiero que la gente piense que los cantantes de ópera somos gordos, yo estoy un poco fuerte, pero tampoco soy tan gordo, así es que la historia debía modificarse”, refirió.
Sin embargo, luego de que los creadores de la teleserie cambiaron la trama de ese episodio, en el que aparece Plácido Domingo como maestro de canto de Homero Simpson, el tenor dio el “sí” para que su imagen fuera utilizada.
“Todo es positivo cuando, por medio de un capítulo así, el público llega a conocer el mundo de la ópera”, señaló.
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