Cd. de México.-
Cruz Azul y América, los mejores equipos del torneo, dejaron claro el mensaje: será en una final cuando ajusten cuentas, luego del empate sin goles en el Estadio Azteca.
Ambos odian compartir casa, ayer Cruz Azul fue local administrativo, aunque ambos ejercieron el mismo peso. Un empate sin júbilo, pero entretenido rumbo a la búsqueda de su pase a la Liguilla.
Con la repartición de puntos, La Máquina salió con la peor parte, porque perdió terreno al quedarse en el tercer lugar, con 26 puntos, además de no lograr cortar la mala racha ante los de Coapa, a quienes no vencen desde hace cuatro años. Las Águilas dejan la fecha 14 con un sabor poco más dulce, porque siguen volando en el liderato, con 28 unidades, los mismos que Santos Laguna, sublíder por la diferencia de goles.
En este clásico dos partidos se jugaban al mismo tiempo: Uno, en la tribuna. Todavía no rodaba el balón y las aficiones ya se enfrentaban para entonar más fuertes sus cánticos.
El otro y principal enfrentamiento era sobre el campo de juego, donde los pronósticos acertaron que sería un cotejo emocionante, pero cerrado. Duelo de ida y vuelta que provocó alaridos en cada rincón del inmueble en todo momento. Apenas se escaparon un par de minutos cuando Diego Lainez reventó el balón en la defensa. La Máquina no tardó en presentar sus credenciales, mediante un disparo cruzado de Elías Hernández y constantes apariciones de Martín Cauteruccio, quien hasta llegó a pedir un penalti al caer dentro del área.
Durante la primera mitad, los celestes tuvieron las más claras: un cabezazo de Cauteruccio que pegó milagrosamente en la horquilla, mientras que Agustín Marchesín miró sin mover un músculo; Roberto Alvarado, justo antes de que Jorge Antonio Pérez Durán pitara el fin del primer tiempo, encontró un rebote dentro del área, el cual estrelló en el palo derecho del meta argentino.
El segundo tiempo no fue muy diferente. Trazos largos para liberar el medio campo. Los de Pedro Caixinha, los que más apostaron al juego colectivo, mientras que los de Miguel Herrera trataron de hacer diferencia con las individualidades. Roger Martínez, dio su lugar a un ovacionado Oribe Peralta, con la esperanza de tirar el hielo de las redes. Pero la férrea defensa y labor de Jesús Corona —poco exigido— le impidieron superar los 13 goles que anteriormente le ha marcado a los de La Noria.
En la última jugada no faltó emoción, en un tiro de esquina Corona salió al sector rival para alcanzar ese gol que rompiera la diferencia, pero no alcanzó y sólo queda en voltear la mira en sus siguientes pruebas, otros parámetros y duelos de poder porque los celestes visitan a Pumas y los cremas encaran a Santos.