Reynosa, Tam.-
Los cuidados del organismo en la alimentación es un aspecto que se desatiende sobre todo en los últimos meses del año y en 2018 no fue la excepción.
La colorida atmósfera que envuelve a las fiestas decembrinas, las posadas y la llegada del Año Nuevo tienen implícitas celebraciones y también exquisitas viandas.
Los pasteles, los postres, los tamales, los pavos, las pastas, los ponches y otros antojos predominaron en esta temporada e, inclusive, con los recalentados y el Día de Reyes.
Sin embargo, no todo fue dicha y felicidad, principalmente para quienes tienen problemas de salud relacionados con la alimentación ni para los que comieron excesivamente y ahora quieren cuidar su figura.
“Todo mundo tiene en mente de que llega diciembre y no se puede hacer dieta, que va a consumir de todo, pues al fin que son las fiestas… Así que muchos son los que piensan que deben dejarse llevar y comer hasta saciarse.
“Y si lo analizamos bien en ese mes hay dos fechas principales, que son el equivalente a otros meses donde tenemos cenas así, pero el detalle radica en que agarran también las posadas como pretexto para desatar todo lo que no han hecho en el resto del año y ahí es donde vienen los problemas”, manifestó Jorge de Jesús Garza Flores.
El licenciado en Nutrición y Ciencias de los Alimentos por la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), educador en Diabetes por la Universidad La Salle y máster en Salud Pública por la Universidad México Americana del Norte (UMAN), aseguró que precisamente es en esta época cuando las personas terminan en las salas de urgencias de los hospitales, porque tienen muchos problemas de alta presión y de diabetes.
“Esos días comen demasiado y se alteran sus niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos. Entonces llegan con crisis hipertensivas, niveles de glucosa muy elevados que llevan a una cetoacidosis diabética.
“La prancreatitis es algo también muy común y muchas veces le echan a perder el festejo a los demás, porque los deben de trasladar de emergencia a medianoche o muy temprano al hospital”, afirmó.
TERMINAN CON DIABETES
Por ende el especialista desde antes que comenzaron las fiestas decembrinas les hizo hincapié a sus pacientes de que necesitaban ser muy cuidadosos, porque la comida muy abundante o en una ingesta excesiva de alcohol puede descontrolar al organismo y provocar complicaciones médicas y hasta derivar en diabetes.
“En general hay que entender que alguientenga o no una de esas enfermedades crónicas debe de tomar las recomendaciones de cuidar la cantidad de sodio, azúcares y grasas. Esas tres cosas todo mundo las debe de atender, sin importar si se tiene o no uno de los padecimientos antes mencionados”, insistió.
Argumentó Garza Flores que durante la temporada festiva había personas que ya estaban en los niveles como prediabéticos, pero como consecuencia del abuso de comida arrancaron el 2019 ya como nuevos enfermos de diabetes o hipertensión.
“Hay gente que puede estar mal y no se siente enferma, que puede padecer alta presión, colesterol, triglicéridos y azúcar y no se da cuenta.
“Y existen quienes se encuentran en el límite y esos días consumieron grandes cantidades de azúcares, grasas o sal y se les disparó la enfermedad, haciéndose visible con los síntomas y a partir de ahí es cuando se desencadena.
“Existen personas que me han tocado, pacientes que llegan a terapia intensiva a causa de una cena muy abundante con menudos, pozoles y cosas así, que terminan con una pancreatitis y jóvenes, de 20, 22 años, y la cuestión que una pancreatitis puede desencadenar diabetes, por la presión al páncreas que hace que se afecte su funcionamiento”, advirtió.
ALIMENTOS NOCIVOS
Argumentó el entrevistado que algunas de las comidas que contienen mucha grasa son el menudo, las carnes y las costillas también, al igual que las pastas con cremas, mantequillas y aderezos.
“Ahí es recomendable acudir al hospital para revisar las encimas pancreáticas y verificar si están elevadas. Hay condiciones en las que no llegamos a situaciones tan graves, pero que sí requieren una hospitalización, como congestiones alcohólicas y gastritis, esofagitis, colitis, reflujo y otros síntomas muy molestos que pueden causar dolores fuertes por el consumo de alimentos grasosos, irritantes o con demasiados condimentos.
“Se necesita desinflamar el sistema digestivo, calmar el dolor. No importa que las personas no tengan una enfermedad crónico–degenerativa y eviten comer todo lo que puedan”, externó.
Acerca de la cerveza el nutriólogo señaló que contiene azúcares y alcohol, con muchas calorías que afectan al páncreas, así como al hígado.
“Debemos tener cuidado con las cantidades. Las recomendaciones en general son muy bajas para lo que la población está acostumbrada, que son dos porciones de alcohol para los hombres y una para las mujeres.
“Pero en una fiesta consumen de manera individual mayores cantidades y hay quienes entendiendo eso piensan no tomar cerveza, sino alguna otra bebida destilada como el whisky y el tequila, porque según tiene menos calorías.
“No obstante, aunque los destilados no llevan tanta azúcar, la concentración de alcohol es mucho mayor. El volumen en una cerveza puede ser del 3 al 5 por ciento, mientras que en otras bebidas es del 40 por ciento, y muchas veces lo que hacen es combinarlas con bebidas azucaradas como refrescos, jugos y es una mala combinación”, ilustró.
DERRIBANDO MITOS
Por el contrario, dijo Garza Flores que existen quienes equivocadamente, en su intención de no subir tanto de peso en las fechas decembrinas ayunaron a lo largo del día.
“Pero debe ser todo lo contrario: no haber dejado de comer para esperar la cena. La recomendación fue que en el transcurso del día se debía llevar una alimentación habitual y comer una pequeña colación para evitar consumir grandes cantidades.
“Nos referimos a una porción de fruta, yogurt sin azúcar, alguna gelatina o ensalada con limón, pepino y jícama para tratar de disminuir la sensación de hambre y cuando llegara la cena comportarnos y comer solamente las porciones necesarias”, reiteró.
El platillo, expresó, nunca se tiene que llenar exageradamente, sino contener los alimentos bien distribuidos.
“La mitad debe tener vegetales. La otra requiere dividirse en dos partes: un cuarto de carbohidratos (arroz, espagueti, puré de papa) y la otra cuarta parte del plato de productos de origen animal (pavo u otra carne que se vaya a consumir).
“De esa manera lo que hacemos es reducir la cantidad de grasas y carbohidratos y al llenar el volumen del estómago con vegetales que son bajos en azúcares y grasas con el resto quedo satisfecho sin incurrir en un exceso de calorías. Siempre esa proporción es la más adecuada a donde vayamos, estemos de fiesta o no”, aseguró el nutricionista.
¿QUÉ SIGUE?
El 2019 llegó y con él, según Garza Flores deben cumplirse los propósitos que se supone se debieron haber hecho desde el año pasado o el antepasado.
“El peso y las enfermedades crónicas degenerativas no saben de fechas. ¿Qué hacer?, lo que no hicimos. Es muy simple: tratar de realizar cinco horas de actividad a la semana. Comer adecuadamente, aumentar los vegetales y productos de origen animal (proteína) bajos en grasa y moderar los frijoles, arroz, tortilla, pan, pastas (los carbohidratos).
“Si hacemos una actividad física constante y una buena distribución de alimentos no tengo por qué preocuparme de nada, el problema es que estamos muy acostumbrados a tomar muchas bebidas azucaradas y entonces las combinaciones de comida rápida con muchas calorías y bebidas azucaradas son cantidades de energía muy grandes que al no gastarlas se transforman en grasa y comenzamos a acumular peso”, ejemplarizó.
Por eso, el máster en Salud Pública dijo que es importante comprender que el que alguien se sienta en estado óptimo no significa que esté bien y que las enfermedades pueden aparecer de un momento a otro, así que se necesita reducir los riesgos.
“Una buena alimentación y actividad física siempre es la base de cualquier tratamiento. Cuando no sabemos las consecuencias de nuestros actos pues los hacemos, pero una vez que ya tenemos la información y entendemos que lo que estamos comiendo puede afectar nuestra salud es más fácil que tomemos conciencia y tratemos de llevar a cabo las recomendaciones.
“Es muy válido utilizar el glucómetro, sobre todo si tenemos diabetes o manejamos niveles altos de glucosa. Debe saberse utilizar en los tiempos correctos y nos va a dar información muy valiosa para saber qué tanto podemos o no consumir carbohidratos”, recomendó.
Al final, Garza Flores ponderó que si los niveles de glucosa ya de por sí son altos, es un indicativo de que no debe permitirse comer de más, al igual que quienes quieren comenzar el 2019 cuidando su salud, porque de lo contrario, llegará el 2020 más con propósitos incumplidos que por cumplir.