Oct. 8
La transformación de Tampa Bay comenzó con una decisión administrativa. Encerrados en el infierno del beisbol durante nueve años, los Devil Rays “mandaron al diablo” su primer nombre, ‘Devil’ (diablo) y ahora serían las Rayas.
El segundo paso fue la mentalidad, como lo dejaron ver durante la pretemporada, Rayas de Tampa Bay y Yanquis de Nueva York se enfrentaron en una bronca que dejó varios suspendidos y los ánimos candentes.
La historia se repitió en junio, cuando Scott Shields y el jardinero de los Medias Rojas de Boston, Coco Crisp, protagonizaron una nueva batalla campal.
El mensaje era claro, Tampa Bay no iba a caer sin meter las manos. Se defendería de sus enemigos, sin importar que tan grandes y poderosos lucieran, aún cuando muchos pensaran que no tenían una oportunidad. De hecho, la novena de Joe Maddon, se pasó todo el año decepcionando a los críticos que esperaban que se cayeran en cualquier momento…
Esperaron, esperaron y siguen esperando y ese momento no ha llegado.
El cuento de hadas que se tomó 10 años en escribirse está a punto de llegar a su final.
Un cuento que comenzó con nueve capítulos de penuria, de la noche a la mañana se transformó en una historia con final feliz (96 derrotas en 2007, 97 triunfos este año).
¿Cómo fue que el sapo se convirtió en príncipe? ¿La horrible calabaza era ahora una espectacular carroza?
Considerar que sólo hicieron un cambio importante de una campaña a la otra (Delmon Young a Minnesota por el pítcher Matt Garza), haría pensar más en una historia de ficción.
Sin embargo, nada más cercano a la realidad.
El resto fue garra, corazón, trabajo en equipo, la necesidad de sacudirse su pasado y mucho talento que finalmente maduró.
De un año a otro, Maddon transformó a una rotación abridora que fue última en la Liga Americana en efectividad, en la segunda mejor del ‘Joven Circuito’, aún cuando cuatro de los abridores de 2007 se mantenían en la rotación.
Dioner Navarro, receptor, fue al Juego de Estrellas, lo mismo que el candidato principal a Novato del Año, Evan Longoria.
Carlos Peña dejó en claro que sus 46 jonrones de una campaña atrás no fueron casualidad con sus 31 bambinazos. B.J Upton y Carl Crwaford encabezaron al equipo más robador de la Liga y Maddon y sus huestes derrumbaron gigantes luego de una pelea pactada a 162 rounds.
Ahora, sólo necesitan ganar cuatro asaltos más para culminar una temporada mágica. Pero enfrente estarán Coco Crisp y los Medias Rojas con sed de revancha. La prueba perfecta. El campeón defendiendo su título ante un rival que nunca se rendirá.
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