Gracias a los avances médicos ya no es necesario deshacerse de su mejor amigo, la convivencia es posible gracias a la inmunoterapia específica o vacuna antialérgica.
Muchas personas se han privado de disfrutar de grandes momentos junto a una mascota al ser alérgicos a ellas, pero ya no será necesario pues la medicina ofrece ahora una solución.
La pediatra alergóloga e inmunóloga clínica, Hannia Matt Hernández, dijo que siempre ha sido un tema polémico y de mucha controversia, pero que ya existen alternativas para que pueda darse la convivencia entre dueños alérgicos y sus mascotas.
“Todas las asociaciones médicas te van a decir que si eres alérgico a una mascota lo ideal es retirarlo de tu ambiente, pero ya hay otras opciones porque sabemos que hay un vínculo muy estrecho que y es difícil sentimentalmente deshacerte del animalito y esto es gracias a las vacunas antialérgicas”, mencionó.
CUALES SÍ Y CUALES NO
La especialista dijo que cualquier animal que tenga pelo, tiene alto potencial alérgico, siendo los perros y los gatos los que más lo provocan, aunque también puede ser un cuyo o un caballo, entre otros.
Sin embargo, también se puede sufrir por las aves.
Los animales que menos alergénicos se consideran son los que no tienen pelo, por ejemplo, los peces, reptiles, tortugas o iguanas.
El gato es considerado el animal más alérgico y la sustancia que predomina en él es la proteína Fel D1, presente en su saliva.
Muchas personas atribuyen su alergia al pelo del gato, pero lo que sucede es que al “bañarse” o acicalarse con su lengua, moja su pelaje con la saliva que es en realidad la que la ocasiona.
La especialista mencionó que, hay gatos considerados hipoalergénicos, pues aunque contienen dicha sustancia es una cantidad menor como lo son los siameses y los egipcios, sobre todo si son hembras y están esterilizadas.
Según la doctora, es fácil descubrir si la alergia es provocada por la mascota, pues al estar en contacto con ella se experimentará ojos llorosos, escurrimiento nasal, estornudos, comezón, irritación, entre otros síntomas.
Sin embargo, no es necesario vivir con animales para que pase, basta con estar en contacto con quien si los tiene.
“A veces no saben que son alérgicos pero están en contacto con personas que les queda el pelo de su mascota en la ropa y al saludarla empiezan a estornudar y a sentirse mal”, recomendó.
Comentó que hay algunas publicaciones en las que se menciona que si una familia tiene mascotas desde antes que nazcan sus hijos evitará que desarrollen alergias porque estarían en contacto desde muy pequeños con las sustancias.
RINITIS Y ASMA LAS MÁS COMUNES
La doctora Hannia Matt Hernández expresó que a nivel mundial, lo que más se padece es la rinitis alérgica en un 85 por ciento, seguido de asma, en un 45 por ciento.
“Se nace con la predisposición a ser alérgico, si la mamá tiene rinitis hay un 50 por ciento de probabilidades de que el bebé tenga una enfermedad alérgica y no solo esa también puede ser asma o conjuntivitis; si lo son ambos padres se incrementa hasta en un 90 por ciento y si ninguno lo es tenemos 10 por ciento de posibilidades de desarrollar alguna y esto dependerá de su condición de vida”, manifestó.
Se cree también que los padres sobreprotectores influyen en que los hijos no desarrollen defensas y anticuerpos contra las enfermedades.
“Muchos papás no dejan que los bebés jueguen en el piso o que agarren mascotas y entre más se exponga un bebé a dichas sustancias hay menor posibilidad de que sea alérgico cuando sea adulto”, detalló.
PRUEBAS DE PRICK
La forma ideal para saber si este es su caso es mediante las pruebas realizadas por un alergólogo certificado, específicamente con las pruebas de Prick.
Por medio de una lanceta que puede ser de plástico o metal se hace una pequeña punción y se coloca una gota de la sustancia sobre la piel del paciente.
“Luego de 15 o 20 minutos se producirá una roncha que se tiene que comparar con un control positivo y un control negativo para saber si es alérgico”, explicó.
Matt Hernández manifestó que anteriormente la sustancia debía inyectarse bajo la piel, pero gracias a los avances médicos la colocación por medio de lancetas lo hace casi indoloro.
“Es una mínima molestia, si eres alérgico vas a sentir un poco de comezón, a veces es más el estrés que tienen, yo prefiero hacerlo en los antebrazos porque me gusta que el paciente vea lo que estoy haciendo pero hay quienes prefieren la espalda”, apuntó.
VACUNA Y RECOMENDACIONES
“La vacuna dependerá del grado de alergia que tenga el paciente, los protocolos de inmunoterapia son prolongados, vamos a reacostumbrar a nuestro sistema inmunológico a tolerar sustancias que no tendrían porque hacernos daño”, declaró la pediatra.
Señaló que son dos a tres años de tratamiento, en los que se aplica la vacuna mensualmente y puede ser tomada o sublingual, o inyectada o subcutánea.
“La vacuna sublingual es un poquito más tediosa porque se aplica más veces, inicialmente es cinco días a la semana y luego tres cuando se llega a una fase de mantenimiento, y la vacuna inyectada son dos piquetes a la semana y después sólo uno, hasta completar el tratamiento”, precisó.
Además de la vacuna deben seguirse algunas sugerencias proporcionadas por la alergóloga para facilitar la convivencia con su mascota.
No debe dormir en la misma habitación y preferentemente estar afuera de la casa, bañarla cada quince días y proporcionarle los cuidados y control necesarios.
“Al paciente vamos a darle tratamiento sintomático, si tiene moco, nariz tapada y estornudos en lo que hace efecto la inmunoterapia específica, es decir, la vacuna de alergia específica para esa mascota”, expresó.
La finalidad de la vacuna es controlar los síntomas y que el paciente tenga tolerancia inmunológica, es decir, que cuando se exponga a esta mascota el niño o el adulto pueda tolerarla.
La inmunoterapia se recomienda a partir de los dos años de edad, si hay niños que tienen enfermedades muy severas menores de dos años como por ejemplo asma contra sustancias que no puede controlar se sugiere aplicarla desde el año y medio.
“Hay que ser muy observadores con nuestros hijos, ver que es lo que hacen o hacían una hora o 15 minutos antes de presentar los síntomas, si estaban jugando con la mascota, estrujando su pelo o abrazándolo, ya que al hacerlo se libera un polvito que contiene más de 15 sustancias diferentes que pueden provocar la alergia”, sentenció.
FICHA MÉDICA
Doctora Hannia Matt Hernández.
Pediatra alergóloga e inmunóloga clínica.
Miembro del Colegio de Pediatría de Reynosa
Miembro del Colegio de Pediatría de Matamoros.
Integrante del Colegio Mexicano de Inmunología Clínica y Alergia.