México, D.F.-
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) aseguró que en enero pasado las finanzas públicas del país se mantuvieron sanas y dinámicas, lo que les permite ser un detonador de la actividad económica y hacer frente a la volatilidad mundial y en donde ya influyeron las reformas hacendaria y energética.
Luego de que el pasado viernes la dependencia dio a conocer los resultados de las finanzas del país, considera que la salud de este dinamismo permite promover más inversión y una mayor creación de empleos.
En el Informe Semanal del Vocero, expone que la responsabilidad fiscal y la adecuada administración de la deuda pública continúan siendo un soporte fundamental de la estabilidad económica, permitiendo hacer frente a la volatilidad que prevalece en la economía mundial.
Ello se ha reflejado en la confianza y el reconocimiento de los inversionistas y la comunidad internacional a la política económica instrumentada por la actual administración, señala.
Refiere en el reporte que durante el primer mes del año se ejerció un gasto público neto de 368 mil millones de pesos, es decir, 19.8 por ciento más a lo observado en el mismo mes de 2013, lo cual muestra un ejercicio oportuno como mecanismo para dinamizar la economía.
Destacó que la implementación eficiente del gasto público es importante, ya que genera mayores niveles de inversión privada.
El gasto programable por su parte se elevó 19.9 por ciento en términos reales anuales con respecto al mismo mes de 2013, para alcanzar 274.6 mil millones de pesos.
En particular, el gasto de las dependencias del gobierno federal aumentó 25.6 por ciento en donde destaca el dinamismo en Comunicaciones y Transportes, Agricultura, Turismo, Conacyt, Pemex, Hacienda y Desarrollo Social.
Por su parte, los recursos federales transferidos a las entidades federativas vía participaciones, aportaciones federales, provisiones salariales y económicas (subsidios), convenios de descentralización y reasignación, crecieron 4.8 por ciento en términos reales a lo pagado 12 meses antes.
Las participaciones crecieron 12.5 por ciento real como reflejo del aumento de 11.9 por ciento en la recaudación federal participable.
Ello quiere decir que las entidades federativas y municipios podrán llevar a cabo sus procesos de contratación de obra pública más rápido este año.
En lo que se refiere a los ingresos presupuestarios, éstos sumaron 362.8 mil millones de pesos, es decir, 11.1 por ciento mayor en términos reales a los reportados en enero de 2013, motivado por la entrada en vigor de la reforma hacendaria que permitió modificar la estructura de los ingresos.
Lo anterior se reflejó en una a mayor recaudación tributaria no petrolera de 22.9 por ciento; el aumento en la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de 79.5 por ciento; del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que fue de 26.2 por ciento y del Impuesto al Valor Agregado (IVA) con un aumento de 12.4.
Así “las finanzas se fortalecen y se vuelven menos dependientes de los ingresos petroleros”, con mayores ingresos propios de las entidades paraestatales de control directo distintas de Pemex con un aumento de 1.1 por ciento, lo cual se explica en especial por mayores cuotas a la seguridad social y ventas de energía eléctrica.
Asimismo, se registró un menor ingreso de la actividad petrolera de 0.5 por ciento, debido al menor precio promedio de exportación de la mezcla mexicana que cayó 4.1 por ciento y a la menor producción de petróleo en 1.8 por ciento y gas natural que bajó 2.6 por ciento, lo cual se compensó en parte con un mayor precio del gas natural de 3.2 por ciento.
Estos resultados hicieron evidente la importancia de la recién aprobada reforma energética, que permitirá incrementar la capacidad de producción de petróleo y gas.
Así, durante enero de 2014, el balance del sector público fue de menos 4.9 mil millones de pesos, mientras que al excluir la inversión de Pemex se observó un superávit de 37.6 mil millones.
La dependencia señaló que la gran prioridad de la política económica del presidente Enrique Peña Nieto es que el crecimiento se refleje en un mayor bienestar para las familias.
Esto se logrará a través del ejercicio oportuno de los recursos públicos que estimule la actividad económica y permita atraer mayores inversiones para generar más empleo y mejor pagado, destaca.
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