A pesar de que el cáncer infantil es poco frecuente, los padres de familia deben conocer los signos de alerta que sugieren la presencia de esta enfermedad, para que en caso de detectarla reaccionen de inmediato con la debida atención médica.
Reynosa, Tam.-
Si en la actualidad aparecen más casos de cáncer infantil, no se debe a que haya aumentado, sino a que la información y servicios de salud están más al alcance de las personas.
La oncóloga pediatra Brenda Chávez Liñán por ello dio a conocer los signos de alarma que indicarían la presencia de cáncer en los niños.
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo.
“La piel, ojos, huesos, músculos, todo nuestro organismo está compuesto por células que se van reproduciendo y si esa célula recibe información equivocada puede crecer desordenadamente y además no cumplir su función normal”, mencionó la doctora.
Dijo que el organismo tiene la capacimas de las manos, una mano normal que está como rojita y si está pálida se ve blanca, también lo podemos notar debajo de los ojos, en los labios o en la lengua”, expresó.
Comentó que esta condición está asociada al cansancio, pues un niño con anemia regularmente está triste y cansado.
La hemoglobina es una proteína presente en los glóbulos rojos y es la responsable de colorear la piel, por eso cuando los glóbulos rojos no se producen, la piel se ve pálida, uno de los signos de la anemia (falta de hemoglobina)
HEMORRAGIAS
Formadas en la médula ósea, las plaquetas también conocidas como trombocitos, son afectadas por el cáncer.
“Son unas células muy pequeñitas que cuando nos cortamos se juntan y forman un tapón, que evita una hemorragia”, explicó la especialista.
Ante una enfermedad como la leucemia, el niño va a tener sangrados donde antes no había, por ejemplo en la nariz, la boca y encías.
También aparecen moretones con facilidad y petequias, que son unos pequeños puntos de color vino, muy finos, como resultado de la falta de plaquetas.
BOLITAS Y BULTOS
El cuerpo está lleno de ganglios que pertenecen al sistema linfático los cuales se inflaman debido a la presencia de una infección, bacterias o virus.
“Cuando es un crecimiento benigno, el ganglio está blandito, se mueve, aunque puede doler un poco y medir hasta dos centímetros”, explicó Chávez Liñán.
Manifestó que por detrás de las oejas, por arriba de las clavículas, en la flexura del codo y en el hueco poplíteo, es decir, atrás de la rodilla, no deberían aparecer ganglios inflamados, ni aunque se presente una infección, pero cuando ocurre es preciso revisar de manera integral a los niños.
La American Cancer Society afirma que es frecuente que el cáncer avance hacia los ganglios linfáticos, los cuales se endurecen y agrandan.
PÉRDIDA DE PESO
La convivencia diaria y momentos como la hora del baño permiten a los padres detectar la pérdida de peso de sus hijos.
“Las mamás se dan cuenta que el niño perdió peso porque la ropa le queda más grande, es una pérdida muy rápida, en tres meses o menos el niño puede llegar a perder hasta el 10 por ciento de su peso, por ello hay que buscar las causas”, externó.
SUDOR NOCTURNO
El sudor nocturno excesivo puede ser un síntoma asociado al cáncer.
“Es normal que los niños suden, el sudor relacionado a malignidad, es intenso, ocurre por las tardes y en las noches, el niño se duerme y despierta con la ropa, el cabello o las sábanas muy mojadas”, detalló la doctora.
CRECIMIENTO DE ABDOMEN
Chávez Liñán dijo que cuando los niños son delgados, fácilmente se puede apreciar cualquier irregularidad en su cuerpo, como el crecimiento del abdomen.
Puede ser una inflamación o área firme causada por un tumor debido a que en ocasiones, las células cancerosas crecen en la superficie de órganos que se encuentran en el abdomen, según la American Cancer Society.
“Hay que revisar bien a los niños, abrazarlos, palparlos y ver que no haya nada raro como bolitas o crecimientos que no tenían, en alguna parte de su abdomen, espalda, piernas y brazos”, dijo.
DOLOR DE CABEZA
El tumor del sistema nervioso central en los niños ocupa el segundo lugar de tipos de cáncer en los menores de 18 años, comentó la oncóloga pediatra y el síntoma más común es el dolor de cabeza.
“Generalmente se presenta en la mañana al despertar o un poco antes y con el paso del día puede disminuir, además, a veces tienen náuseas y vómito”, agregó.
Este dolor podría aumentar las sospechas de la presencia de un tumor en la cabeza, por lo que si el dolor se extiende en frecuencia e intensidad por varios días o incluso meses hay que llevar al niño a una evaluación médica.
“En el caso de los más pequeños, no expresan verbalmente el dolor, ellos lloran desconsoladamente y de forma muy intensa, incluso puedes tener un retraso en las habilidades motoras ya adquiridas. Puede haber alteraciones en la marcha, movimientos anormales de los ojos o discapacidad visual, así que no hay que descartar la atención médica”, apuntó.
DOLOR DE HUESOS
En cualquier hueso puede aparecer un tumor pero la zona más común es en la rodilla o alrededor de ella y recibe el nombre de osteosarcoma.
Según la experta es más común en los adolescentes, se manifiesta como un dolor localizado que va de moderado a intenso y después aparece un aumento de volumen.
“El problema con los adolescentes es que son muy penosos y cuando tienen algún dolor no lo dicen hasta que ya es insoportable”, manifestó.
Dijo que en ocasiones los padres de niños en edad preescolar se preocupan por la presencia de dolor en los huesos de ambas piernas, pero la mayoría de las veces es asociado al crecimiento.
“Un dolor localizado en alguna parte del hueso que no se quita con analgésico común y en donde haya un crecimiento se tiene que revisar, sobre todo si es muy intenso”, reveló.
Sin embargo, dejó en claro que el cáncer de hueso no se da por un golpe, aunque a raíz de eso acudan al médico.
MANCHA BLANCA EN UN OJO
El retinoblastoma es el tumor ocular más común y se aprecia como una mancha blanca en la pupila.
“Durante la exploración del ojo, con la ayuda del oftalmoscopio, de manera normal se observa el reflejo rojo, que corresponde a la integridad de la retina. Recordemos fotografías de hace algunos años, a veces se veía en las personas un foco rojo en sus ojos, eso es el reflejo rojo. La ausencia de este reflejo puede indicar la presencia de un tumor dentro del ojo”, agregó.
Dijo que puede verse una “nubosidad” dentro de la pupila, también puede acompañarse de estrabismo y de un enrojecimiento del mismo ojo afectado.
La experta comentó que aunque no hay un signo o síntoma con alta sensibilidad que dé la certeza de que es cáncer y ante cualquier enfermedad que no siguió su curso normal, se debe visitar al médico.
“El retraso en el diagnóstico no es tanto porque la familia no esté al cuidado o el médico de atención primaria no sepa, sino que mucho es debido al comportamiento biológico de la enfermedad, el cáncer en los niños crece tan rápido que no nos damos cuenta”, declaró.
Por eso sentenció que la comunicación entre padres e hijos y sobre todo, la revisión a los pequeños será un factor fundamental para el tratamiento oportuno del cáncer en caso de que esté presente.