Ciudad del Vaticano.-
El Papa Francisco pidió hoy a los ministros católicos –sacerdotes, obispos y cardenales- ser servidores del pueblo y no sentirse “dueños”, ni considerarse propietarios de poderes especiales.
Durante el mensaje posterior al rezo del Angelus dominical, pronunciado desde la ventana de su estudio ante una Plaza de San Pedro del Vaticano llena, advirtió contra las divisiones entre los diferentes grupos dentro de la Iglesia.
“En las comunidades cristianas –diócesis, parroquias, asociaciones, movimientos- las diferencias no pueden contradecir el hecho que todos, por el bautismo, tenemos la misma dignidad: todos en Jesucristo somos hijos de Dios”, indicó.
“Aquellos que han recibido el ministerio de guía, de predicación, de administrar los sacramentos, no deben considerarse propietarios de poderes especiales, sino de ponerse al servicio de la comunidad, ayudándola a recorrer con alegría el camino de la santidad”, agregó.
En su reflexión Jorge Mario Bergoglio partió de las divisiones que existían en la Iglesia de los primeros siglos, en la cual existían grupos que se referían a varios predicadores considerándolos sus jefes.
Pidió a Dios la gracia para que todos los cristianos trabajen por construir la unidad, una unidad que es más importante que los conflictos. “La unidad es de Dios, los conflictos son problemas que no siempre son de Cristo”, apuntó.
Insistió que todos deben servir en el nombre de Cristo, pero los ministros deben ser “buenos servidores, no buenos dueños”.
Ante la multitud recordó que ayer sábado elevó al rango de cardenal a 19 clérigos de diversas partes del mundo y, con su ya acostumbrado estilo cercano, pidió a la plaza hacer un aplauso para ellos.
“Los invito a sostener a estos pastores y asistirlos con la oración, para que guíen siempre con celo el pueblo que les ha sido confiado, mostrando a todos la ternura y el amor del señor”, ponderó.
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