Ciudad de México.-
De pequeña estatura, pero de gran corazón, Citlali Ruíz tiene 12 años, pero desde los cuatro tira clavados.
Actualmente entrena en la Alberca Olímpica Francisco Márquez, en la alcaldía Benito Juárez y sin duda, es el futuro en la disciplina para México.
Junto con sus compañeros del equipo Mortalistas se divierte mientras hace lo que más le gusta, y es que las adversidades que enfrenta día con día para entrenar, no hacen que se le borre la sonrisa que la caracteriza.
La historia de “Chicles”, como le apodan por su flexibilidad en los clavados, comenzó cuando tenía cuatro años; su hermana practicaba nado sincronizado, por lo que su madre decidió inscribirla a una actividad física.
“Mi mamá fue la que dijo que me quería meter a un deporte, de ahí inicié con mi entrenador, y desde entonces hago lo que más me gusta”, cuenta la pequeña deportista.
De lunes a sábado vive una odisea, pero para la clavadista todo vale la pena con tal de cumplir el sueño de representar algún día a México en unos Juegos Olímpicos.
Citlali vive en Ecatepec, Estado de México, y su día comienza desde muy temprano para ir a la secundaria. Al regresar a casa, se alista para salir y tomar el transporte público para ir a la alberca, su segundo hogar.
Aunque la niña está registrada y compite por el Estado de México, por problemas administrativos en el Deportivo Tultitlán, en diciembre pasado se quedó sin lugar para practicar, pues le fueron quitando horas de entrenamiento en el agua y ahora tiene que recorrer un largo trayecto para llegar a la Alberca Olímpica.
Su entrenador Genaro Figueroa reconoce en ella su disciplina y su hambre de victoria; además, admira su responsabilidad y que, “a pesar de siempre tener el tiempo justo, nunca falta aunque se tenga que venir comiendo en el camino”.
“Una de las cualidades que más admiro de Citlali es su autodisciplina para su escuela y para su familia [porque] para ella el entorno familiar es muy importante; sin embargo, hay ocasiones en que ha tenido que sacrificarlos. Por ejemplo, sus últimos tres cumpleaños no ha estado con ellos porque estamos de viaje compitiendo”, agregó Figueroa Rueda.
La mexiquense cuenta que para lograr tener un equilibrio entre la escuela y los clavados, durante los fines de semana adelanta las tareas, ya que los entrenamientos de cuatro horas y media la dejan exhausta y llega a dormir.
En 2016 la deportista que ya ha ganado medallas en Olimpiadas Nacionales (2017 y 2019), fue echada junto con otros niños de la escuela de clavados del Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM), donde entrenaba debido a un recorte presupuestal.
Asimismo, por ser ganadora de preseas en justas nacionales, el Instituto del Deporte del Estado de México debería de depositarle una beca mensual de 800 pesos, pero su entrenador comenta que, “la depositan cada que pueden”.
Pese a estos obstáculos la clavadista no se detiene; sin embargo, admite que las competencias recientes han sido más difíciles de lo normal.
“La más complicada fue el Nacional de este año porque no teníamos alberca para entrenar, y para la Olimpiada que fue unos meses después tampoco me preparé tanto porque me enfermé de varicela y sólo pude entrenar dos semanas antes de la competencia”, comentó.
La falta de apoyo al deporte amateur se ha hecho una constante con el pasar de los años, y es que de acuerdo con Genaro Figueroa, “es un milagro que en México existan tan buenos clavadistas”.
“Si Citlali [tuviera] el apoyo necesario por parte de las autoridades, [sería] un prospecto importante para este país”, asegura el entrenador.
Históricamente, México ha destacado en los clavados, siendo la disciplina que más medallas olímpicas ha dado al país, con 14.
Olimpiadas, Juegos Panamericanos y Juegos Centroamericanos han sido testigos del vuelo de clavadistas nacionales como Joaquín Capilla, Paola Espinosa o Laura Sánchez, personajes que por su trayectoria, se han convertido en ídolos para Citlali.
“Me gusta como tiran Laura Sánchez y Paola Espinosa. A Laura ya la conozco [y] es muy buena onda, pero me gustaría conocer a Paola para que me dé algunos consejos”, aseguró “Chicles” mientras se preparaba para tirar un clavado adentro en posición B.
Fue hasta marzo de este año cuando por medio del doctor Geoffrey Recoder Renteral y Ernesto Solís, director y subdirector del deporte de la alcaldía Benito Juárez, la mexiquense llegó a la Alberca Olímpica.
Citlali ya ha representado a México en competencias internacionales, la más reciente en diciembre de 2018, en la que quedó dentro de las 10 mejores en el CAMO International Diving Meet,que se organiza todos los años en Montreal, Canadá.
Actualmente la clavadista se recupera de una lesión en la rodilla y a pesar de ello, se prepara para viajar al extranjero en diciembre, donde buscará conseguir otro metal que confirme el buen año que está teniendo hasta ahora.
Aunque ha pensado en renunciar a su sueño, Citlali encuentra en su madre y su entrenador la motivación para seguir adelante.
“Hace unos años le dije a mi mamá que ya no quería estar en clavados, pero me dijo que no me podía salir [y] ahorita pienso ‘que bueno que no lo dejé porque me divierto mucho'”, comentó Citlali entre risas.
Su parte favorita de tirar un clavado es la sensación de adrenalina que la invade al estar en el aire.
“Es divertido, se sienten cosquillitas en el estómago [y] hay veces que sienten mariposas; es padre”, continuó la niña mientras recordaba que justamente en la Alberca Olímpica fue su primera competencia, cuando tenía apenas cinco años.
Este año será el último en el que Citlali competirá en la categoría infantil, pues en cuanto cumpla los 13 dará el salto a la juvenil, en la que buscará continuar por el camino que tiene como destino final entonar el Himno Nacional posada en un podio olímpico.