La rebelión en la Policía Federal pudiera terminar con la indemnización de miles de elementos que se niegan a pertenecer a la Guardia Nacional. Pero empezará un problema mayor: ¿cuántos de ellos serán reclutados por el narcotráfico, la única organización que se maneja como empresa y tiene franquicias en México que puede igualar o incrementar sus salarios?
Porque sus habilidades para manejar armas de alto poder, de conocer y salir vivos de territorios hostiles, y la necesidad de mantener un buen nivel de ingresos en buenos empleos ante la austeridad de la 4T, el pertenecer al crimen organizado será, lamentablemente, una opción.
Estas historias no son nuevas en México. Basta recordar cuando soldados élite del Ejército Mexicano fueron reclutados por Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo actualmente en una cárcel en Estados Unidos. Mismos que después fundaron el sanguinario grupo de los Zetas.
Y todavía más: los agentes de la vieja Policía Judicial Federal en tiempos del PRI que se brincaron al otro bando; los policías municipales en todos los rincones del país y hasta la fecha que, por un sueldo o amenazados, sirven de halcones de grupos delictivos, secuestran o transportan droga en vehículos oficiales.
El problema no se resuelve con indemnizar o deshacerse de los elementos de la Policía Federal que se sublevaron a la 4T, sino generar las condiciones laborales adecuadas para ellos que tenían ingresos de casi 40 mil pesos mensuales libres de impuestos, entre salario y gastos de representación.
Según cifras oficiales esta dependencia cuenta con 37 mil 293 agentes. Por eso la otra gran preocupación del presidente Andrés Manuel López Obrador y de Alfonso Durazo, secretario de Seguridad:
¿cuántos tendrán la tentación de irse al lado oscuro para mantener o mejorar sus ingresos?
Ante los operativos de la Guardia Nacional en la frontera sur donde desde muchos años llegan nuevos reclutas para el crimen organizado de los países de Centroamérica, sin conocimiento en el manejo de las armas, el desempleo en la Policía Federal pudiera cubrir esa escasez. ¡Mucho cuidado!