Monterrey, N.L.-
Una de las principales angustias de consultar al dentista es el temor a una experiencia dolorosa o traumática. La odontóloga Eyra Elvira Rangel te aclara algunos de estos mitos.
El dolor, las experiencias desagradables y la pena, son algunas de las razones por las cuales la gente teme ir al dentista y evita acudir a las consultas, aseguró la odontóloga de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Eyra Elvira Rangel Padilla.
“Uno de los mitos es que todo lo que hacemos duele y eso no es cierto. Claro, sí hay procedimientos que generan incomodidad o molestia, pero no deben confundirse con que es doloroso”, recalcó la actual subdirectora académica de la Facultad de Odontología de la UANL.
De acuerdo con Rangel Padilla, la fobia al dentista está ubicada sólo debajo al miedo a las alturas. Y a nivel mundial, alrededor de un 30 por ciento de la población le teme al dentista.
¿Quién tiene más miedo al dentista?
Los infantes y los adultos mayores son los dos sectores de la población que más sobresalto provoca ir al dentista.
En los pequeños, porque es natural, ya que los lleva a tener ansiedad y miedo a lo desconocido. Mientras que en el caso de los adultos mayores, por todo el proceso que implica una consulta, un procedimiento o una intervención.
Por parte de los jóvenes, el miedo es menor, ya que ellos son más arrojados e, incluso, lo compararían como experiencia extrema.
¿Cómo perder el miedo al dentista?
En adultos:
- Evita postergar las citas.
- Si visitar al dentista te genera miedo o ansiedad, comunícaselo al odontólogo.
- Al momento de la cita, entabla una comunicación y solicita una explicación de los procedimientos, es decir, que el dentista te explique lo que te van a realizar, si va a causar dolor o molestia, la duración del mismo, entre otros detalles. Así sabrás a lo que te someterás.
- Si es posible, solicita música relajante para pasar el procedimiento al que te vas a someter.
En infantes:
- Si el niño requiere una cita de revisión o valoración para conocer su estado de salud dental, es necesario acudir con el odontólogo para evitar llegar con síntomas y que sienta dolor posteriormente al ser sometido a un procedimiento más complicado. La revisión a tiempo hace que el pequeño se vaya acostumbrando al dentista y pierda el miedo.
- Si el infante muestra ansiedad o miedo al llegar al consultorio, pedir al dentista una sensibilización para que el pequeño observe el entorno, le expliquen que en tal unidad dental se realizarán los procedimientos, y comprenderlo si se requieren dos citas para esta adaptación.
- Ya que el niño esté adaptado al entorno, reproducirle una película o un video acorde a sus gustos, para que el momento sea lo menos desagradable o incómodo para él. (Tomado de Prensa UANL)