Ciudad de México.-
Muchos meses después que Geraldine Bazán y Gabriel Soto se separaron, ese capítulo en la vida de la actriz Irina Baeva sigue causando polémica pues en una plática que ofreció sobre prejuicios de género y el empoderamiento femenino dijo que lo ocurrido la convirtió en el peor de los demonios, “en una fácil, en una puta, en una roba maridos, en una rompe hogares”.
La actriz que forma parte de “El Dragón”, de Netflix, comenzó su charla recordando la historia bíblica apócrifa de Adán y Lilith, quienes fueron creados por Dios a través del barro en igualdad, pero tras la rebelión de la mujer es que se convirtió en demonio y, de la costilla del hombre, se creó a Eva.
La joven originaria de Rusia dijo que ella no hizo nada pues se enamoró de un hombre (Gabriel Soto) que estaba separado y que lo único que lo unía a su expareja era un papel. “Por eso ambos, ojo, ambos decidimos iniciar una relación y ahí fue como cuando Lilith me convertí en un demonio”.
Baeva polemizó que mientras Soto seguía con su vida normal y no era cuestionado por la relación que habían iniciado, ella vivía un infierno en el que era calificada con una gran cantidad de etiquetas y conceptos negativos sin siquiera conocerla.
“Él siguió siendo el mismo hombre, nadie le decía nada, prácticamente no hubo consecuencias para él en el trabajo. En cuanto a mí me convertí en una fácil, en una puta, en una roba maridos, en una rompe hogares, etcétera”, enfatizó.
También recordó que las consecuencias que tuvo su decisión no sólo fueron personales sino profesionales porque la insultaban a través de redes en todo momento y tuvo que bloquear los comentarios en Instagram pues las palabras agresivas le hacían daño, “yo empezaba a dudar quién era yo en realidad, me la estaba creyendo”.
“Simplemente por ser rubia y salir en las telenovelas la gente piensa que soy tonta o que me acuesto con productores para conseguir papeles. Cuando recién llegué a México trabajé de modelo, y si además a la ecuación le suman que soy rusa, pues escort ha de ser. Todo esto sin tan siquiera conocerme”.
Tras estas palabras destacó que las mujeres deben superar los “malditos prejuicios” y ser más feministas, del que “no es antónimo de machismo, ni mucho menos es querer ser más que los hombres”, sino gozar del hecho de ser mujer y exigir el trato de igualdad en todos los aspectos.
Irina Baeva invitó a las mujeres a respetar a las personas, dejar de preocuparse por el qué dirán y empezar a ver por sus sueños.