Cd. de México.-
Con innovaciones en el campo científico, destacados avances en la detección y la prevención del VIH, así como nuevos estudios sobre este padecimiento, pero también con cifras que revelan que el Sida sigue siendo una epidemia, se llevó a cabo, en nuestro país, la décima edición de la Conferencia Internacional Científica sobre VIH (IAS 2019).
Por segunda ocasión México fue sede de esta conferencia, la más influyente a nivel mundial en esta materia. Así, aquí se reunieron los expertos más destacados en el tema para ver cómo va la lucha en contra de este padecimiento en todo el mundo y analizar las acciones futuras que puedan enfrentar y contrarrestar las estadísticas de esta enfermedad.
Cruda realidad
En el marco de este foro Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y directora Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que la ciencia ha guiado la innovación hacia un progreso sin precedentes en respuesta a una enfermedad infecciosa que, hasta hace poco, representaba una amenaza para la vida de muchas personas y un desafío para familias, comunidades y sociedades enteras.
Añadió que en muchos países se ha podido revertir la epidemia mediante la elaboración y la implementación de enfoques sólidos basados en salud pública, derechos humanos y evidencia. Pero destacó que pese al gran esfuerzo que se ha realizado al respecto, “no estamos en camino de lograr el objetivo de eliminar el Sida como una amenaza para la salud pública para 2030”.
Carissa F. Etienne dijo que, basados en sus éxitos del pasado, ahora se deben reconsiderar las acciones para asegurarse de alcanzar las metas en común, pues el camino para acabar con el Sida es a través del acceso y la cobertura en materia de salud universal.
“Es momento de que los servicios de prevención, pruebas y tratamiento antirretroviral para el VIH estén totalmente disponibles y trabajen con conjunto con los servicios de protección contra la TB (tuberculosis), las ITS (infecciones de transmisión sexual), hepatitis virales, salud sexual y reproductiva, y enfermedades no transmisibles en el primer nivel de atención, donde las necesidades de las comunidades afectadas pueden ser mejor atendidas”, puntualizó.
¿Está en crisis la respuesta mundial al VIH?
Por otra parte, en la conferencia ‘¿Está en crisis la respuesta mundial al VIH?’, expertos indicaron que los esfuerzos para controlar la epidemia solo tendrán éxito cuando se aborden las enormes diferencias en la distribución del ingreso y el bienestar, y, por supuesto, todos los ojos están puestos en la crisis en Venezuela, donde las personas con VIH están muriendo debido a la escasez de tratamiento antirretroviral. Enfatizaron en que esas muertes innecesarias terminarán solo si el gobierno pone en marcha una estrategia regional integral.
Los niños, víctimas principales
En otras partes del mundo, como Pakistán, el mayor problema radica en la niñez. De acuerdo con Fatima Mir, profesora asistente en pediatría de la Universidad Aga Khan de Karachi, en su país “estamos experimentando un brote devastador de VIH en niños pequeños que se infectan por el reúso de jeringas y por transfusiones de sangre”.
“La solución es clara y sencilla: necesitamos invertir en entrenamiento básico dentro de centros rurales de salud y garantizar el acceso a servicios de primero y segundo nivel a mujeres y niños”.
Latina Forum en VIH 2019
En el marco de este foro, se realizó el V Simposio Latinoamericano Latina Forum en VIH 2019. Aquí participaron Pedro Cahn, director científico de Fundación Huésped, y Carlos Leonardo Magis Rodríguez, experto en el tema, entre otros especialistas.
En reunión con los medios, Magis Rodríguez señaló que, si bien América Latina no tiene una situación tan afectada como África, el VIH va atacando a grupos especiales de la población. “México es el primer país donde se extendió la epidemia norteamericana. Nuestros primeros casos son tres en 1983 en Tijuana, y tres casos en la Ciudad de México. Para ser un país que ha tenido mucha exposición, es una nación que funciona como vía de paso.
“Recibimos casi un millón de norteamericanos que, posteriormente, viven en México. Por nuestras poblaciones, viajan migrantes con dirección hacia el país del norte. Estas poblaciones móviles ponen a las epidemias en contacto, y algo que hay que señalar es cierto éxito en niveles de intervención para que la prevalencia en la nación mexicana permanezca con índices bajos y concentrado en algunos grupos donde, desafortunadamente, es muy alta”, dijo Magis.