Cd. de México.-
Imagina que una fabulosa jacaranda que cada primavera florea en la ventana de tu casa empieza a levantar la barda o los cimientos de tu casa ¿qué puedes hacer ante una situación similar?
Antes que nada, hay que identificar la ubicación del árbol, es decir, si está dentro de la propiedad, en la de un vecino o sobre la vía pública, ya que de esto depende la ruta correcta a seguir, ya sea para prevenir o solicitar apoyo en caso de daño, explica Óscar Domenzain, abogado de Domenzain Brothers México.
La regulación específica en la Ciudad de México en estos temas es la Norma Ambiental ADF-001-RNAT-2015, que establece las especificaciones para solicitar la poda, derribo, trasplante o restitución de árboles en la capital.
La prevención es importante
Antes que nada, hay que tener en cuenta que el crecimiento de un árbol es paulatino, por lo que hay suficiente tiempo para notar si las raíces tienden a afectar la propiedad desde el suelo o si su follaje es peligroso.
“Un árbol crece hacia arriba y abajo. Sus ramas y follaje regularmente coinciden con el tamaño de sus raíces”, señala Domenzain, por lo que es posible calcular si puede causar daño.
Cuando un árbol ya ha crecido, apunta el abogado, la forma de prevenir daños es solicitar el servicio de poda en la alcaldía correspondiente para evitar que sus ramas puedan desprenderse, por ejemplo, en época de lluvias.
¿Qué hacer ante un daño?
Si un árbol cae y causa un perjuicio, ya sea en un bien mueble, por ejemplo un automóvil, o inmueble, es decir un edificio, ya sea habitado o de cualquier otro uso, el primer paso es llamar a los cuerpos de auxilio de la Ciudad de México, como los bomberos o protección civil.
El siguiente paso es acudir a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México para levantar una denuncia, en la cual deben narrarse detalladamente los hechos y llevar la mayor cantidad de documentos que acrediten la propiedad, advierte Domenzain.
La procuraduría dará inicio a una investigación, asegura, en la cual solicitará comparecencia a las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México y de la alcaldía correspondiente con el fin de que se determine si alguna de ellas tiene responsabilidad en el siniestro, por ejemplo, que no hayan atendido una solicitud previa de poda o derribo.
En caso de que existan otros involucrados particulares, serán citados a declarar para identificar si tienen responsabilidad, por ejemplo, en caso de que el árbol haya sido impactado por un conductor en estado de ebriedad.
Posteriormente, un equipo de peritos deberá visitar el lugar para documentar los daños y valuarlos; generalmente, tanto las alcaldías como el Gobierno de la Ciudad de México cuentan con seguros que permiten responder a los ciudadanos y pagar los desperfectos provocados en su propiedad por la caída del árbol, indica Domenzain.