Si ya dicen que no hay nada que hacer en estas tierras polvosas, más que ir a las pulgas o de shopping a McAllen, pos qué le haces, mejor te vas a jugar a las maquinitas o al bingo de los casinos.
Todavía hay quienes no guardan un buen recuerdo de aquel cierre del Yes!, que ahora es el Juega Juega, ahí mero enfrentito del Smart, cuentan los que andaban por ahí que de repente llegó un grupo de malandros a asaltar a los consumidores.
Imagínate que estás pasándola rico con la ilusión de ganarte unos dolaritos cuando de la nada llegan a darte un sustote. Y es entonces cuando te preguntas ¿dónde está la segurida’?, porque desde que entras a estos lares sientes la mirada en el cogote, cerca de la nuca, como que te están washeando quién entra y quién no. Ya andentro como que naiden te saca plática y cuando tu dices “¿no sabes si esta maquinita gana?” te echan una mirada fulminante y me mejor te quedas callado.
No es por comparar pero aquí en Reynosaville nunca de los nuncas ha pasado un hecho como aquel fatídico 25 de agosto del 2011 en Monterrey, precisamente hace 8 años, cuando por cobrar cuotas incendiaron bien gacho el Casino Royale con chorro de cristianos adentro.
El resultado fue la muerte de 52 personas que por huir a los baños murieron asfixiadas. De esas 10 eran hombres y 42 mujeres, platican que dos de esas personas eran originarias de Tamaulipas, la mayoría eran regias.
Y luego me acuerdo de mis brodis que me andan cuestionando por WhatsApp sobre la seguridad de por acá, que si andan asaltando o si roban camionetas, como si esta práctica no fuera común en el área metropolitana de Nuevo León, donde por cierto no cantan mal las rancheras. A poco no.
Sabemos que salen muchas fake news, osea noticias chafas, les diré como AMLO “fúchi, guácala” porque lo único que hacen los malitos es confundir a la raza, sobre todo a los güercos que no leen libros, ni nada. Si quieren medios serios pos busquen a Hora Cero, donde también se publican notas virales, que tanto hace reír a la raza de gayola, o la de arriba del Estadio del Volcán.
Por ahí andaba esta semana la Rosa María toda happy visitando a su suegra, dice que en Monterrey se siente como en McAllen, quesque hay “munchos” mols donde se la pasa rebien, sobre todo cuando le doy hartos dólares.
Y como en estas fechas septembrinas, que ahora son octubrinas, anuncian bingos en casinos como el Continental, que está cercas del puente internacional Reynosa-Hidalgo, hay chorro de maquinitas tipo Las Vegas donde puedes apostar e ilusionarte en ganar una lana.
Si vas por primera vez te piden sacar una credencial con tus datos y una recarga de 500 pesos, si te dejas, porque puedes decir que no ibas preparado y ponerle sólo 100 baros para pasar un rato nice. Con suerte podrías ganar, porque está cañón que lo logres, pero puedes intentarlo.
Recuerdo que cuando llegué aquí a la border hace unos 10 años juimos al Crazy Seven, que estaba por José de Escaldón y la boulevard Hidalgo donde me invitó el inge Reynaldo, pero empecé perdiendo y luego de que me disparó una recarga. Milagrosamente la maquinita empezó a tintinear, ante el asombro de un grupo de gente, y pos que le repongo al “Cuerda” el money que me prestó.
En octubre del 2011 precisamente dieron la orden pa’ clausurar los casinos en Tamaulipas, en un operativo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, con apoyo de la Secretaría de Marina (Semar) y el Ejército Mexicano. Fue cuando también clausuraron el Frontier que estaba en Pino y boulevard Hidalgo.
Así fueron cayendo como fichas de dominó los casinos de Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Tampico y de Ciudad Victoria.
Pero no sean guatosos, que pronto se abrirá un bingo, ahí cruzando la border atrás del Whataburguer. Entonces sí, pónganse a temblar casinos de Reynosa porque les quitará mucha clientela y la raza irá con gusto sin temor a que los vayan a asaltar.
Mientras tanto pediré mi hamburger con onions rings y ahora con este calor pos con mi milkshake de vanilla. Y de las grandototas, no me critiquen es que ando un poco antojadillo. Pos qué te digo primo, no comas ansias, ya no tardan en abrir el bingo de Hidalgo.