VERACRUZ, VER.-
Fidel Kuri, propietario del Veracruz, ha guardado silencio desde que su club fue desafiliado por la Federación Mexicana de Futbol hace ya una semana.
El empresario no ha querido hablar acerca de su expulsión del futbol organizado, debido a las deudas con jugadores, cuerpos técnicos y la misma Liga MX, además de las faltas al código de ética con diversos directivos como Edgardo Codesal, a quien agredió físicamente y Alejandro Irarragorri, a quien supuestamente amenazó de muerte.
Los representantes legales que en un principio contrató también han preferido no hacer ninguna declaración.
Ahora se ha visto a Kuri junto con el abogado José Luis Nassar, quien hace algunos meses defendió al ex futbolista Rafael Márquez de supuestos nexos con el narcotráfico, por lo que sus cuentas fueron congeladas en los Estados Unidos; además de asesorar a Guillermo Álvarez, presidente de Cruz Azul, de las demandas que se han puesto en su contra por parte de grupos disidentes a la Cooperativa.
Fidel Kuri prometió que no quedaría quieto, que actuaría y defendería su patrimonio, quizá este sea el primer paso. Mientras el primer equipo de los Tiburones sigue entrenando bajo las órdenes de Enrique López Zarza, a la espera de que Kuri les informe oficialmente cuál es el paso a seguir.