México, D.F. / Oct.14
La maestra Elba Esther Gordillo enredó más la polémica sobre el regalo que hizo de 59 Hummers; esgrime que no se trata de un obsequio para los dirigentes del magisterio, sino que serán rifadas para mejorar 320 escuelas del país.
Sin embargo, en las primeras horas del domingo Gordillo regaló la camionetas a los líderes estatales y dijo que eran para que anden “en un buen carro”.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) invirtió 21 millones 830 mil pesos en las camionetas de lujo que, según la maestra, se rifarán para mejorar la infraestructura de 10 escuelas por entidad.
Como documentó EL UNIVERSAL, en la clausura de la 26 sesión extraordinaria del Consejo Nacional, Hermosillo, Sonora, a la que se dio acceso a los medios, Gordillo Morales planteó a los dirigentes del sindicato la entrega de las camionetas que ella misma definió como “ostentosas”.
Explicó que se hacía con una Hummer H3 tipo SUV porque “un buen carro protege la vida. Yo no creo que los secretarios generales no deban andar en un buen carro y no permitan que se les atraviese nadie”.
Sin embargo, ante los señalamientos y las críticas suscitadas entre legisladores y otros sectores en el país, la maestra dijo —en entrevista radiofónica— que “si se dieran (las camionetas) a los secretarios, es porque legítima, legalmente es patrimonio del sindicato no de Elba Esther Gordillo”.
Y agregó: “Si fuera para trabajo, también tiene una justificación, andan en zonas muy difíciles y como bien se dice, si se pudiera, serían hasta blindadas para que se cuiden porque los niveles de violencia, de inseguridad son patéticos y ellos están en zonas verdaderamente complicadas”.
Informó que el sindicato compró 59 camionetas a un precio de 370 mil pesos cada una de ellas y se adquirieron con las cuotas sindicales. Hasta ahora fueron presentadas públicamente las 12 camionetas que corresponde a las secciones del SNTE en el norte del país (la 28 y 54 de Sonora; 12 y 44 de Durango; 27 y 53 de Sinaloa; 35 de Coahuila; 2 y 37 de Baja California; 3 de Baja California Sur; 42 y 8 de Chihuahua), ya que los tarjetones que portaba cada una de las camionetas indicaban la dirección de entrega y el número de sección a las que habían sido asignadas.
Mientras Gordillo Morales explicaba la asignación de esos vehículos a los dirigentes sindicales e invitó, antes de clausurar la sesión, al secretario general ejecutivo, Rafael Ochoa Guzmán a entregar a cada dirigente las llaves del vehículo de lujo, el resto de los profesores asistentes (más de 300 consejales, delegados y líderes de sección) comentaron que “no era prudente”, “nos parece un agravio a los maestros”.
Más tarde en la cena a la que se les invitó a los líderes, mientras Gordillo y Ochoa Guzmán se retiraron al lobby de un hotel local, hicieron mofa de la entrega de camionetas: “Ahora ya podemos decir ¿Y la Hummer apá?”; no, respondió otro dirigente, “se tiene que decir ¿Y las Hummer amá?”.
Entre los líderes, quienes aún no reciben la camioneta, indicaron entrevista, bajo condición de guardar el anonimato, que les pareció “desproporcionado”, otro señaló: “Nosotros tenemos aspiraciones más modestas, pediremos que para el trabajo de la sección nos den vehículos”.
Rafael Ochoa Guzmán —en entrevistas radiofónicas— y dirigentes seccionales recordaron que cada cuatro años el sindicato adquiere camionetas para el trabajo de los nuevos dirigentes sindicales. Hace cuatro años fueron Explorer, pero entonces, recordó un integrante del comité ejecutivo nacional, el líder de Oaxaca pidió que se le cambiara que prefería una Grand Cherokee.
La agencia de automóviles de Polanco, ubicada a unas cuadras donde la presidenta del SNTE tiene un departamento. Ahí, de acuerdo con los marcos de las placas que portaban las primeras 12 Hummers, quien se presentó como gerente de ventas dijo: “Si compraron aquí es que seguramente son clientes”. Luego de negarse a proporcionar mayor información, movilizó a los elementos de seguridad del lugar y a los trabajadores para impedir la presencia de la reportera.
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