Los cobardes mueren muchas veces antes de su muerte, mientras que el valiente prueba el sabor de la muerte una sola vez.
– William Shakespeare.
En este mundo hay dos tipos de personas: los valientes y los cobardes. Sin duda, hay que apostar por la valentía; inclusive, en algunos casos jugar al filo de la navaja es lo mas recomendable, pero está su contraparte: el miedo y la cobardía. La realidad es que no está mal tener miedo; de hecho, es tan bueno que forma parte de la naturaleza humana, es parte de nuestro instinto de supervivencia. Lo que está mal es ser cobarde, y esto combinado con el miedo es un boleto directo a la debacle. A continuación, explicaré por lo menos dos casos de cada uno y de cómo ese comportamiento puede ser en beneficio o en detrimento de un proyecto.
1.- No ser el capitán de tu propio barco.
Cuando no tomas las decisiones tú y las delegas a un tercero o terceros, ten por seguro que no llegarás a ningún lado. Será un viaje que, aunque te moleste, no podrás cambiar su destino porque no tienes el valor de tomar el timón y asumir los riesgos de la toma de decisiones. Pedir consejo no es una opción, más bien es de ley; pero al fin y al cabo la decisión de qué camino tomar, es y será únicamente tuya. Puede presentarse la situación en la que en un momento de crisis y al verte sobrepasado, le entregues el timón a un experto que te ayude a salir del problema. Sin embargo, aun así, para entregar el mando hay que tener la valentía de aceptar que no puedes y deberás tomar una decisión.
2.- El pepenche.
Aunque usted no lo crea, el comportamiento de “niño pepenche” es muy común. Algunos de sus significados se traducen como: consentido (a), muy mimado (a) o sobreprotegido (a) y es un patrón que no se quita con la edad; al contrario, pareciera que se acrecienta. Ese comportamiento no es más que cobardía para tomar las riendas de su vida, está más a gusto permitiendo que tomen decisiones por él, y así si llega a equivocarse fue un error de todos, no de él. Aléjese de éstos personajes, pues sus berrinches, desplantes y cobardía para tomar decisiones sólo lo arrastrarán al desastre junto con él. Y no haga esfuerzos en ayudar, pues árbol que nace torcido…
3.- El valiente… ¡lotería!
A ver… No se trata de hacerse el valiente, se trata de hacerse responsable de sus actos, de no repartir culpas, de tener la valentía de asumir riesgos aún a sabiendas de que se puede perder. La idea no es aventarse sin ver; la idea es que, una vez analizado el entorno y las posibilidades, se tome una decisión. El que no arriesga, no gana. Sea osado, pida consejo, y por amor de Dios, tome una decisión. La fortuna no le sonríe al cobarde.
4.- Churchill.
Sir Winston Churchill es el modelo del líder por excelencia; pueden encontrar mil libros que narran su historia y sus hazañas gloriosas. Pero como cualquier ser humano, tenía defectos, y muchos, según sus detractores. Posiblemente así sea, pero lo que lo diferencía de los demás es, entre muchas otras cosas, su arrojo, valentía y coraje. Supo ser un estratega y el líder que necesitaba una nación ante la inminente invasión de una fuerza tan poderosa como la Alemania Nazi. Tuvo la determinación de enfrentar al más grande ejército con tal de salvar a su pueblo, pues era eso o la muerte. Pudo tener la opción de la rendición o de la sumisión como otros países, pero aquel discurso de aquel 11 de mayo de 1940 marcaría una de las más valientes decisiones:
“No puedo ofrecer otra cosa más que sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas. Tenemos ante nosotros una prueba de la especie más dolorosa. Tenemos ante nosotros muchos, muchos meses de lucha y sufrimiento. Se me pregunta: ¿cuál es nuestra política? Respondo que es librar la guerra por tierra, mar y aire. La guerra con toda nuestra voluntad y toda la fuerza que Dios nos ha dado, y librar la guerra contra una monstruosa tiranía sin igual en el oscuro y lamentable catálogo del crimen humano. Ésta es nuestra política. Se me pregunta: ¿cuál es nuestro objetivo? Puedo contestar con una palabra. Victoria. La victoria a toda costa, la victoria a pesar de todos los terrores, la victoria, por largo y duro que pueda ser el camino, porque sin victoria no hay supervivencia.”
Palabras de un líder osado y valiente; no de un temeroso y cobarde personaje, un país pequeño que hizo frente con valentía al más grande ejército… David contra Goliat.
Si tiene tiempo, amable lector, le recomiendo que investigue y lea un poco de la Operación Dinamo, que trata de un valiente plan comandado por Churchill en el que lograron evacuar a más de 200,000 soldados británicos y más de 100,000 soldados francés. También se le llamó el milagro de Dunkerque. Ése es el más claro ejemplo de osadía, no sólo de un hombre, sino de toda una nación.Más utilizadas
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Comienzan a calentarse los ánimos para el 2021, hay muchos desesperados, pocos los prudentes y solo uno el que llegará. Él sabe que es el elegido, pocos saben que no serán ellos, y algunos otros están aferrados. ¿Se atreverán a salirse del corral? ¿Me comparten sus predicciones?
Daniel Santos Flores.
Consultor político. Director General de WRConsultores. Ha contribuido en campañas políticas en México y EEUU. Nominado a diversos premios como mejor estratega.