Repunte se da en mayo y junio; puede deberse a casos de Covid, dicen expertas.
Cd. de México.-
En el primer semestre de 2020 los fallecimientos dentro de reclusorios federales y estatales aumentaron 143% respecto al mismo periodo del año pasado, según el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS).
Las cifras oficiales revelan que entre enero y junio de 2019 se registraron 191 decesos de personas privadas de la libertad; sin embargo, en 2020 la cifra creció a 464.
Aunque se tiene este número, el OADPRS no desglosa los motivos por los cuales fallecieron los reclusos.
Ante esta situación, especialistas en sistema penitenciario urgieron a las autoridades a transparentar las causas de muerte, pues esto permitiría que todos los niveles de gobierno y la sociedad civil intervengan en la problemática.
Según el OADPRS, los decesos de internos repuntaron a partir de mayo de este año. En ese momento la cifra de incidentes se elevó a 147 y en junio fueron 151.
Anteriormente, entre enero y abril los fallecimientos habían oscilado entre 23 y 49.
La Ciudad de México es donde ha habido más casos, con 116; le siguen Baja California, con 43; Puebla, 36; Veracruz, 34; Chihuahua, 27; Sonora, 27; Jalisco, 24; Guerrero, 22; Morelos, 20, y Tabasco, 17.
Entidades como la Ciudad de México y Baja California son algunas de las que han reportado un mayor crecimiento de fallecimientos este año respecto a 2019.
Covid-19, posible causa. Si bien es imposible conocer el motivo exacto del fallecimiento de personas privadas de la libertad, expertas consultadas para este trabajo señalaron que el Covid-19 pudo ser factor determinante.
Sofía Talamantes, coordinadora del Programa de Sistema Penitenciario y Reinserción Social de Documenta, indicó: “La situación ya es realmente crítica en las cárceles porque los contagios de Covid-19 siguen aumentando y los decesos también”.
Documenta es una organización especializada en sistema penitenciario y tiene contacto frecuente con reclusos y sus familiares. A través de esos acercamientos ha conocido cómo el Covid-19 se metió a las prisiones y los efectos que ha tenido en su población.
“¿De qué murieron estas personas? No lo sabemos, pero lo que más preocupa es que dada esta opacidad nunca sabremos los motivos y necesitamos exigir que haya rendición de cuentas”, enfatizó.
Agregó que esta opacidad no sólo es en cuanto a fallecimientos, sino sobre los contagios. Como ejemplo, recordó que a mediados de julio el gobierno de la Ciudad de México informó que en sus prisiones había más de mil contagios, una cifra hasta 13 veces superior a la que habían estado reportando desde marzo.
Sofía Talamantes aseveró que con la emergencia sanitaria en curso la salud de los reos podría estar en un riesgo aun mayor.
“Debemos seguir haciendo hincapié en que las condiciones de las prisiones siguen siendo un riesgo para las personas privadas de la libertad. Factores como el hacinamiento y la falta de personal médico provocan que en las cárceles se sigan contagiando y que las personas no sean atendidas”, aseguró.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), hasta el pasado 11 de agosto en las cárceles mexicanas había 2 mil 76 contagios confirmados y 185 decesos por Covid-19 o por sospecha de esta enfermedad.
Prisiones no estaban listas
El pasado 20 de julio, EL UNIVERSAL informó que la mitad de las prisiones que ya tenían un contagio de Covid-19 presentaban fallas en sus servicios de salud, situación que podría dejar en vulnerabilidad a quienes se encuentran en estos espacios.
Fernanda González, directora de Niñez, Juventud y Prisión de Reinserta, coincide en que el coronavirus posiblemente fue un factor que detonó el incremento de muertes en las cárceles, y esto sería posible por las malas condiciones que ya padecían.
“Es distinta la situación de cada centro penitenciario y cada estado; sin embargo, en general la atención al problema sí ha sido deficiente. El mundo no estaba preparado para una emergencia como ésta y definitivamente el sistema penitenciario tampoco lo estaba”, aseveró.
La experta enumera algunos factores por los que cree que el Covid-19 pudo tener un impacto en la salud de la población penitenciaria: no ha habido atención oportuna a los casos positivos, se tardan en llegar los insumos médicos y de limpieza, no hay condiciones de aislamiento, las medidas de higiene son pocas o nulas en algunos casos, hay falta de infraestructura y personal, y existe hacinamiento y sobrepoblación.
Pide que haya una mayor transparencia en el tema, ya que “se ha ocultado información”, dijo.