Tampico, Tam.-
El obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Álvarez Cano, aseguró que en el 2020, debido a la pandemia del Covid-19, se ha marcado el curso de la historia.
Señaló que el presente ciclo ha sido fuera de lo normal como se observa en muchas actividades y en las tradiciones de los pueblos también.
“Sabemos que el Día de Muertos es una de las celebraciones más importantes durante el año e inclusive a nivel nacional algo que nos identifica por la manera en que los mexicanos se relacionan con los muertos, haciendo que en los panteones las familias se reúnan, pero este año ha sido muy diferente a otros”, reconoció.
De manera histórica los camposantos tuvieron que establecer reglas “de sana distancia”; para evitar que se sigan propagando los casos de coronavirus y muy posiblemente, según expresó el religioso, sea un hábito que permanezca por más tiempo.
De hecho, no hay registro de que al menos en los últimos 50 años en México los cementerios cerraran a causa de una enfermedad de origen epidémico.
“Como muchas cosas, se suspendieron olimpiadas, competiciones deportivas y actividades que nunca habían visto afectadas. Al igual que dentro del camino de la fe y las actividades eclesiásticas tuvimos una Semana Santa sin personas, la Pascua, todas las festividades centrales y solamente se transmitieron por las redes y lo mismo fue para el día de los difuntos, una cosa nueva, histórica”, agregó.
Y es que 2020 es uno de los años en los que especialmente más se ha llorado la pérdida de seres queridos.
¿Cuál es la posición que está asumiendo la Iglesia Católica ante esta desgracia sanitaria que en Tamaulipas ha causado cerca de tres mil muertes, incluidos siervos y sacerdotes? Espere la entrevista completa en el periódico quincenal Hora Cero.