México, D.F./Oct. 21
Los enfermos de diabetes han aumentado 25 por ciento en el país entre cada Encuesta Nacional de Salud (cada seis años), dijo el integrante del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición Salvador Zubirán, Carlos Aguilar Salinas.
A partir del año 2000, la diabetes mellitus fue la primera causa de muerte entre mujeres y la segunda en hombres, y seis años más tarde, en la Encuesta Nacional de Salud de ese año, la diabetes representó 13.8 por ciento de todos los decesos ocurridos en el país, entre habitantes con edad promedio de 66 años.
Ese hecho no puede ser esclarecido por factores genéticos, pues éstos no varían periodos de ese lapso de tiempo, y “sólo se pueden explicar por una modificación en el estilo de vida”, apuntó.
Las poblaciones latinoamericanas han sido particularmente castigadas por la diabetes, tan es así, que un grupo derivado de ellas, denominado los Pimas, es el que presenta la prevalencia más alta en el mundo, afirmó el especialista en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Aguilar Salinas agregó que esa comunidad México-americana, residente en Estados Unidos, es el estrato étnico con más alta incidencia de diabetes mientras que en todos los países de Latinoamérica se ha registrado un incremento casi exponencial de la enfermedad.
Al participar en el simposio “Avances en el conocimiento sobre diabetes”, en el marco de la Tercera Reunión Internacional sobre esa afección, abundó que la promesa de la medicina genómica no aplicará para ese mal, pues los genes que realmente servirían para lograr una práctica médica individualizada, predictiva y preventiva, están por descubrirse.
Con los avances logrados hasta ahora en esa área, sólo se puede estimar el 17 por ciento del riesgo, aunque el promedio no será de más de 10 por ciento; entonces, puntualizó, falta mucho por trabajar en poblaciones latinas, indicó en el auditorio Alfonso Cano.
A su vez, Elia Martha Pérez Armendáriz, de la Facultad de Medicina, refirió que al momento de nacer, las proteínas de enlace llamadas conexinas podrían modular tanto en el páncreas exocrino como endocrino, la secreción de amilasa e insulina.
“La evidencia de que moderan esa segregación, y que se expresan en etapas en las que se regula el desarrollo pancreático, podrían indicar que participan, si hay alteraciones, en la patología diabética”, añadió, según un boletín de la máxima casa de estudios.
La alimentación, un determinante
Por su parte, el director del Programa de Salud del Adulto y del Anciano del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades de la Secretaría de Salud, Agustín Lara Esqueda, expuso que los patrones alimenticios conducen al incremento de las enfermedades crónicas.
La dieta actual se caracteriza por el bajo consumo de frutas y verduras, que se traduce en una pobre ingesta de fibra y antioxidantes; independientemente de los grupos de edad, se observa el incremento de la prevalencia en la medida que aumenta la circunferencia abdominal.
Ante ese panorama es importante fortalecer la infraestructura para el manejo de la obesidad y los padecimientos crónicos, lo mismo que el desarrollo de modelos innovadores de prevención como la actividad física, acotó.
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