Cd. de México.-
En México, el primer caso de Covid-19 se registró en febrero, desde entonces a la fecha se han contabilizado un millón 229 mil 379 contagios y 113 mil 19 muertes. Frente a ese panorama, el médico y sociólogo Julio Frenk afirmó que, en el país, la “respuesta a la pandemia fue tardía, tibia y descoordinada”.
En la conferencia virtual “La pandemia de Covid-19: Un balance”, del ciclo Viernes viral que organiza El Colegio Nacional, el rector de la Universidad de Miami, en Estados Unidos, señaló que el manejo de la pandemia requiere de una “corrección dramática”, que es necesario establecer el uso obligatorio del cubrebocas, aplicar más pruebas y entender que la “ciencia nos va a sacar adelante”.
El especialista en salud pública compartió algunas cifras para evidenciar “el tamaño de la crisis” en la que se encuentra el país, pues de todo el mundo, México ocupa el cuarto lugar con más muertes por Covid-19, sólo superado por Estados Unidos, Brasil e India.
Además, con los datos oficiales, “que son una subestimación”, el país ocupa el lugar 12 de los países con mayor casos: “El 20% de estos casos corresponden a trabajadores de salud y este es el porcentaje más alto del mundo” y de acuerdo con el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud, de seguir con la tendencia actual, para finales de marzo de 2021 el número de decesos por Covid-19 llegará a 162 mil en México.
“De hecho, Covid-19 es ya la primera causa de muerte en México. Está muriendo más gente por una enfermedad infecciosa que por cáncer, problemas cardiovasculares o diabetes”, dijo Frenk.
El científico indicó que sea una enfermedad respiratoria la primera causa de muerte, representa “un retroceso dramático”, pues hace 30 años no se ubicaba a una enfermedad respiratoria dentro de las cinco principales causas de muerte.
Ese panorama, afirmó Frenk, “no es un producto de la naturaleza, sino el resultado de malas decisiones en el manejo de una pandemia que, de haberse enfrentado de manera oportuna, inteligente y agresiva, ya estaría muy cerca de encontrarse bajo control”.
El integrante de El Colegio Nacional aseguró que hay varios ejemplos de países con niveles de desarrollo similares al de México e incluso, algunos países menos desarrollados, que han podido controlar “muchísimo mejor” a la pandemia, como Camboya, Sri Lanka, Tailandia y Uruguay.
Ahora las autoridades le han empezado a echar la culpa a la población y se dice que parte del problema es que en México hay una alta prevalencia de diabetes y sí, es un factor de riesgo”.?Sin embargo, comparó a Pakistán y México. Detectó que aquí hay una población de 128 millones de habitantes y una prevalencia de diabetes en adultos de 13.5%, mientras que en el país asiático hay 220 millones de habitantes y una prevalencia de diabetes de casi 20%.
Y cuando aquí había 112 mil muertes de Covid-19, en Pakistán había 8 mil 600: “Es decir, 13 veces menos muertos, en un país donde hay más diabetes”.
Un desempeño “paupérrimo”
Julio Frenk calificó como “paupérrimo” al desempeño contra la pandemia y esto se agravó por “una muy torpe” reestructuración del sistema de salud, que tuvo un momento culminante con la presentación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
“La respuesta a la pandemia fue tardía, tibia y descoordinada. El primer caso de Covid-19 en México se diagnosticó el 28 de febrero y no hubo una respuesta clara si no está finales de marzo. Se perdió un mes y a pesar de la alarmante información global, el gobierno mexicano optó por minimizar y trivializar la presencia de la infección en el país. Las autoridades de salud informaron erróneamente que el arribo del virus a México no representaba un peligro porque dijeron equivocadamente, que la letalidad era mucho menor que la de la influencia estacionaria”, declaró.
El investigador también recordó que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que “seguirá el contacto con la gente” y que no se suspendieron las giras presidenciales, los partidos de futbol y los conciertos, y los bares siguieron abiertos.
“Las autoridades federales consideraron innecesario organizar un campaña agresiva de información, un operativo de detección y aislamiento de casos -que es lo que hacemos en salud pública cuando hay un nuevo brote epidémico- y ni siquiera se hizo un llamado al aislamiento social como ya desde febrero lo reclamaba enfáticamente la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
Señaló que hasta finales de marzo se comenzó una campaña, aunque fue tarde porque ya se habían perdido 30 días desde que se había identificado el primer caso.
“Perder 30 días es perder miles y miles de casos. Eso es lo que ha pasado. Hemos estado persiguiendo al virus, siempre detrás de él. Es el contraste con Nueva Zelanda, que desde el primer momento decidió actuar rápido y firmemente y hoy tienen a la pandemia bajo control. Aquí minimizamos, trivializamos y no hicimos nada”.
Acusó que fue hasta el 31 de marzo que se declaró una emergencia sanitaria, pero no sólo eso, sino que las “responsabilidades operativas se delegaron a los Estados”, cuando los manuales de manejo de epidemias indican que es necesario desarrollar una “respuesta unificada”. ?”Esa falta de un mando central efectivo y los desacuerdos con las entidades federativas han sido dos de las características más lamentables de esta contingencia, no sólo en México, ha sido un patrón en los países con gobiernos populistas como Estados Unidos y Brasil”.
Otro falla que Julio Frenk destacó fue que el gobierno mexicano “ignoró” los llamados de la OMS de hacer pruebas masivas para la identificación de contagios y sus contactos.?”De hecho, se declaró inexplicablemente que hacer pruebas masivas es un desperdicio, de tiempo y de recursos, cuando el resto de los países y la comunidad científica y de salud pública opinan lo contrario. También, las autoridades de salud descartaron el uso del cubrebocas como medida adicional para controlar la transmisión de la infección, contrario a toda la evidencia científica”.
Un futuro ¿alentador?
El doctor Honoris causa por la Universidad de Ginebra en Suiza indicó que la llegada de la vacuna no es la respuesta, pues es diferente al proceso de vacunación, para el que se requieren redes de suministro y personal calificado.
En tanto, para detener el retroceso de la salud pública en México, los ciudadanos deben exigir cuentas a las autoridades por las “muertes en exceso” que se continúan registrando. También se debe pedir que justifiquen la desaparición del seguro popular y del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos; así como por la pérdida de autonomía de la Cofepris. ?”Se necesita una corrección dramática. En el curso de esa corrección venceremos a la pandemia, para ello las vacunas nos ayudarán, pero hay que reconocer que son el producto de la investigación científica, de años de inversión en ciencia, y no deja de ser ironía que ahora que llegan las vacunas, semanas antes, el gobierno federal le dio un golpe duro a la ciencia.
“Espero que se reviertan los ataques a la ciencia y a los científicos. Terminar con el oscurantismo que se ha apoderado de Conacyt y apoyar decididamente a la ciencia, porque de los contrario, México estará condenado a la dependencia científica y tecnológica”, sostuvo.
Julio Frenk fue secretario de Salud en el sexenio de Vicente Fox y mientras daba su conferencia, algunos usuarios le cuestionaron si dejó el sistema de salud en mal estado. ?Respondió que no y reconoció que “no había un sistema de salud perfecto”, pero señaló que las reformas hechas por el gobierno actual, no conducen hacia una mejoría.
“Parte del problema en México es que la política, en vez de basarse en evidencia científica, se basa en ideología y la propaganda que apoya esa ideología le echa la culpa al pasado. Es muy típico de los regímenes populistas echarle la culpa a alguien más”, dijo.