La propuesta que en materia energética propone el PRI sostiene que con los particulares no se compartirá el petróleo; aunque si abre la puerta a la participación en exploración, no para explotación, a través de contratos de servicio que se registren debidamente en la Secretaría de la Función Pública, en la Auditoría Superior de la Federación, y se difundan vía internet para garantizar su transparencia.
De acuerdo con el proyecto del Partido Revolucionario Institucional (PRI), si los particulares encuentran petróleo, se les pagaría por el trabajo realizado en la exploración, y de ninguna manera por las reservas potenciales, ya que Pemex se quedaría con el crudo.
En el supuesto de que no se descubriera nada, las empresas privadas asumirían sus pérdidas. Para los priístas es prioridad darle velocidad a la exploración, en busca de nuevos yacimientos.
En su propuesta, el PRI señala que serían empresas filiales o empresas llamadas espejo, “entidades públicas,” las que se harían cargo de la refinación, transporte y almacenaje, con nueva infraestructura y relación laboral, para no cargar con los pasivos.
No se descarta la contratación del personal del sindicato petrolero, pero con otras condiciones.
El consejo de administración de Pemex tendría una representación tripartita, integrada por el Ejecutivo, sindicato y expertos, con el fin de darle flexibilidad administrativa, autodeterminación presupuestal y de gestión técnica a la paraestatal.
Los expertos o consejeros profesionales serían nombrados por el Presidente de la República y ratificados por el Senado, sujetos a responsabilidades como todos los servidores públicos.
Para alcanzar la autonomía presupuestal, se fijaría un plazo de cuatro años, que podría ser de cinco años, pero no de once como lo había propuesto en su iniciativa el presidente Felipe Calderón.
Manlio Fabio Beltrones, en su calidad de coordinador de la bancada del PRI en el senado, será el encargado de llevar hoy a la tribuna de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la iniciativa de su partido, que modifica y corrige las seis propuestas del ejecutivo en materia petrolera.
Dejaría para días posteriores los cambios a la ley de derechos de extracción en materia de hidrocarburos, que se revisaría en la Cámara de Diputados. Se anticipa que se propondría un fondo para energías renovables, del 1% o 2% de lo que paga Pemex por derechos de explotación de yacimientos petroleros.
Si quedara en 1 % equivaldría el fondo a casi 10 mil millones de pesos.
Lo que no toca el PRI en su propuesta es el capítulo de aguas transfronterizas, “porque vamos a tomar una decisión sobre lo que recomienda el Ejecutivo, de atender y actualizar en primer lugar los tratados internacionales”, dijo el diputado José Ascensión Orihuela.
El senador Beltrones espera que la reforma petrolera sea votada en septiembre o a más tardar en octubre.
La propuesta del PRI tiene cuatro diferencias fundamentales con lo propuesto por el presidente Calderón: profundidad en la autonomía de Pemex; cero participación de la iniciativa privada en refinación; marco regulatorio con autoridad y no consultivo, dándole autonomía y profesionalización a la Comisión del Petróleo y a la Comisión Reguladora de Energía, y reafirmación de la petroquímica como actividad estratégica.
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