Buenos Aires, Arg. / Oct. 23
Hay personas para las que el nombre del arquero del Guadalajara es totalmente desconocido. Y así seguiría de no ser porque desde que tomó el puesto, las Chivas se han recuperado en puntos y futbol.
Después del juego que se mandó este miércoles, tan ‘monumental’ como el estadio en el que jugó, los elementos del River Plate tardarán en olvidar que un tal Víctor Hugo Hernández les hizo perder el sueño. El Rebaño ha sacado ventaja de su visita a Argentina: 2-1 en la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana con Hernández como salvador y figura, una actuación que hizo recordar los días de Oswaldo Sánchez con el chiverío, todo un santo.
El chico de Zamora parece no entrar en razón de lo que ha logrado con apenas seis encuentros bajo el marco del primer equipo rojiblanco. De no ser por el penalti que hizo efectivo Sebastián Abreu rumbo al final del encuentro, el arquero del chiverío hubiera logrado su cuarto partido sin recibir gol. Lo había detenido todo, hasta la sonrisa de Diego Simeone, quien hizo un hoyo de tanto rascar en la banca de los Millonarios.
“No sabría definir cuál de las atajadas que tuve fue más especial. Cada una fue complicada en su momento”. Lo dicho por Hernández va de acuerdo a la personalidad de un chico que a los 22 años de edad saltó de la nada hasta la titularidad con el equipo más popular de México. La responsabilidad se comería a cualquiera. Así le sucedió a Sergio Rodríguez, cuyas fallas pusieron a Hernández en los cuernos de la luna. Hoy, Rodríguez es suplente de Víctor Hugo, firme hasta que el retorno del número uno, Luis Michel, diga otra cosa.
Los argentinos abrieron con ganas sobre la meta del Guadalajara. Quisieron comerse a los zagueros mexicanos con el entorno en su favor. Entonces, salió Hernández y se encargó de apaciguar a Abreu y compañía. Seis intervenciones vitales, que le dieron confianza al equipo para buscar mucho más que la igualada.
A Hernández se le suma Omar Arellano como héroe con un gol y un pase de anotación. El delantero rojiblanco, quien estuvo detenido en el aeropuerto durante más de cinco horas tras perder su pasaporte, cobró factura por el tiempo perdido. Arellano desató la decepción de los aficionados de River Plate a un minuto del descanso. El meta argentino Marcelo Ojeda soltó el balón a disparo de Baez, Omar tomó el rebote y marcó el primer tanto. Al 81’, asistió a Marco Fabián para el 2-0 parcial.
La furia de los Millonarios fue contenida una y otra vez por Hernández. Por arriba, a un lado. El arquero rojiblanco lo detuvo todo, menos el penalti de Abreu, aunque no por ello, las Chivas dejarán de agradecerle por regresar a casa con una ventaja que permite soñar con las semifinales.
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