Reynosa, Tamaulipas.-
Con el semáforo Covid en verde el recreativo La Playita situado en la ribera del río Bravo se ve este domingo abarrotado por reynosenses.
Quienes rentan go cars y ponys también se muestran hoy más optimistas.
El olor a pollo y carne asada inunda el ambiente, así como música de diversos géneros. Los comerciantes de chamoyadas, rusas y piñas locas comienzan a percibir la reactivación de sus changarros.
“La verdad la pandemia, el huracán, el frío, nos tenía aniquilados, pero se empieza a componer la cosa”, dice a Hora Cero José, un caballero que renta ponys.
Entre quienes asan su carne y están listos para degustar en familia se encuentran los integrantes de la familia Guerrero, de las Jarachinas, quienes se muestran relajados y en ambiente, unos jugando lotería, otros charlando y los niños jugando.
“La verdad se la pasa uno bien, yo nomás le pediría a la autoridad y a la gente, pues es de todos, que limpien los baños”, dijo Ricardo Guerrero, miembro de la familia.
En eso coincide Noé Muñoz Cabañas, vecino de Las Bugambilias, quien junto con un grupo de amigos acudió a tomarse unas cervezas con botanas.
SE ECHAN CHAPUZÓN
Y aunque el reglamento municipal prohíbe a los paseantes introducirse al río, algunos se echaron un chapuzón incluso con niños.
Otro aspecto considerado peligroso por algunos paseantes fue la velocidad que imprimen a los vehículos algunos motociclistas y automovilistas, principalmente de camionetas en el camino principal de La Playita.
Pesé a la alta concurrencia en el recreativo municipal no se vio ni presencia de Tránsito ni de agentes de la Policía Preventiva.