Cd. de México.-
La frase escrita en redes sociales por Carlos Salcedo de los Tigres: “Juego de barbies”, es sólo una expresión más del machismo que aún existe en el futbol y el deporte en general, un sitio donde los hombres deben ejercer su autoridad aunque las mujeres han tomado el espacio que les corresponde.
¿Cómo ayudar a un tipo como Salcedo, un futbolista lleno de problemas personales que en muchas ocasiones los traslada a la cancha?
Claudia Pedraza doctora en ciencias políticas y sociales, especializada en temas de género y deporte, manifestó que es tiempo de educar no sólo al jugador de los regios, sino a muchos otros deportistas, que no saben de la importancia de ser responsables tanto en temas de redes sociales, como de imagen.
“Hay que trabajar en los clubes para facilitar la formación de los futbolistas en temas de género, Hay una línea de voces que dicen se tendría que sancionar, que no se deben dejar pasar estas manifestaciones, pero no lo puedes dejar pasar si antes en los reglamentos no se tiene una medida que hable de eso, si ni siquiera lo capacitas, Primero hay que capacitarlo y a este jugador se le debe de revisar lo que publica en redes sociales y lo que va a declarar en los espacios públicos”, dijo en entrevista a EL UNIVERSAL.
Los deportistas deben de entender que mucha gente los considera ejemplos: “Se tienen las condiciones para mejorar su forma de expresarse, no hay que dejar de lado que son beneficiados por la cuestión mediática. Por estas aristas, Carlos Salcedo debe de entender que ser profesional también es saber utilizar el lenguaje y las expresiones que lanzamos en los diferentes espacios que estamos”.
Mas la expresión que utilizó el futbolista, motivó un buen fenómeno de reacción: “Hace visible el machismo que existe históricamente en el futbol, que no solo se ha manifestado por la ocupación de los espacios que las mujeres han conseguido, sino en lo simbólico que es lo más difícil de conseguir. Cuando hablamos igualdad en el futbol nos referimos a espacios pero también a que simbólicamente se concibe que lo masculino es valioso y lo femenino no vale… Eso es lo que Salcedo transmitió”.
En el ADN del deporte moderno, “existe el machismo, pero se puede cambiar. Esta expresión ya no se escucha tanto. En la discusión en redes pareciera que el problema es Salcedo, cuando tenemos una gran cantidad de ejemplos en el futbol como cuando Pedro Caixinha dijo que no jugaba con faldas, el Tuca que dice que se deben dejar de hacer mariconadas. Lo femenino es menos valioso, lo teatral”.
El problema, al final de cuentas, “no es que alguien se ofenda, sino que estas expresiones provocan desmotivación en las mujeres, esto provoca inseguridad, burlas, bullying en los espacios de formación. Estas frases, cuando se dicen en las escuelas, tiene efectos sicológicos fuertes y que provocan que muchas niñas no quieren practicar el deporte, además motivan otras cosas como violencia de género, el sedentarismo y hasta la obesidad”.